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Parte III

La psicocirugía revolucionaria en cámara lenta

 

Tres operaciones de efectos reversibles y una  nueva vía revolucionaria...

·      Se desvencijan las estructuras del Estado sin desmontarlos todavía. (Sistema jurídico institucional – autonomías – Corona)

·      Corrosión de las instituciones en la sociedad (Propiedad – familia – educación).

·      Transformación “lúdica” de las mentalidades. (Ambientes – costumbres – cultura y civilización).

… que conduce a una sociedad disgregada autogestionaria, sin Dios ni ley.

 Sección cuarta: demolición "lúdica" de las mentalidades


ANEXOS:

- Profanaciones y sacrilegios

- La revolución de la blasfemia en la vida cotidiana

- La televisión descristianizadora


 

Capitulo 14 - final

 

Terrorismo de blasfemias: instrumento de la revolución cultural socialista para el cambio de las mentalidades

 

 

II — El papel deteriorante de los grandes escándalos provocados por la "cultura" blasfema con apoyo oficial

 

En este contexto de la larga secuencia de atentados sacrílegos, de blasfemias y medidas desacralizantes*, no faltan los espectáculos-bomba que TVE se encarga de transmitir a toda España. Entre un espectáculo y otro, suele transcurrir el tiempo psicológicamente necesario que le permita a la opinión pública semiadormecida rehacerse del impacto. El estudio de tales representaciones muestra que en general unas preparan el camino a las otras. Los aspectos anárquicos, anticatólicos, e incluso satánicos van apareciendo cada vez más amenazadores y paradójicamente más festivos, la violencia de la agresión cultural anticristiana se reviste de aspectos lúdicos. El juego blasfemo-liberador se vuelve más violento. Como si se tratara de ensanchar los límites de la conciencia moral del público, su capacidad de aceptar lo contradictorio y de acostumbrarse a lo horrendo y monstruoso.

 

* Desacralizante es un neologismo de mal gusto. Sin embargo, las circunstancias hacen necesario su uso, pues la infame demolición de lo sagrado debe ser designada con una fea palabra.

 

La revolución cultural hace desfilar así ante nosotros procacidades como Dimonis, Teledeum, Je vous salue, Marie, Los virtuosos de Fontainebleau, Visanteta de Favara...

El montaje del escándalo parece calcular las débiles reacciones contrarias del ambiente ecumenizado. Los hechos giran en torno a un esquema que podría sintetizarse así:

 

a) El espectáculo es lanzado súbitamente, sin mucha propaganda, en alguna ciudad de provincia, por iniciativa de grupos de vanguardia sin vínculo directo con el PSOE. Sin embargo, ahí están las entidades gubernamentales para garantizar su presentación: lo patrocinan, ofrecen alojamiento, salas de espectáculos, hacen críticas elogiosas en publicaciones oficiales y conceden generosa ayuda económica. La provocación está lanzada.

 

b) Surge la disconformidad en los sectores menos dominados por la apatía. El escándalo llega a los grandes medios informativos. Los mentores de la representación blasfema están seguros, no obstante, de que el consenso ecuménico permitirá tan sólo un debate laico y relativista, en el que se ahogarán las oposiciones más categóricas y contagiosas.

 

c) El debate en torno a la obra se desarrolla dentro del esquema previsto:

 

• Lamentaciones de personalidades civiles centristas y de figuras eclesiásticas que no interpretan lo más dinámico del malestar popular, pero que acaparan los espacios informativos con argumentos sobre la inoportunidad de estos exabruptos de "una época que se creía felizmente superada", que hieren sentimientos —no principios—, lesan garantías constitucionales y, supremo mal, amenazan el consenso de la España democrática.

Las pocas voces —eclesiásticas o civiles— que se alzan para condenar categóricamente el insulto hecho a Dios y a la Religión, con argumentos capaces de mover la conciencia de los fieles, quedan sumergidas en el clima creado.

 

• Las autoridades socialistas intervienen entonces como quien no da importancia ni a las blasfemias ni a las quejas católicas —consideradas anacrónicas— y explican que el escándalo blasfemo no forma parte de la política del Gobierno, pero que, eso sí, los socialistas no pondrán obstáculos a la libertad de creación.

 

• La prensa de izquierda ridiculiza la reacción católica y lanza ditirambos a los supuestos méritos artísticos de la obra, argumentando que nadie debe sentirse injuriado por el vanguardismo de una sociedad moderna y secularizada que abandonó tabúes retrógrados.

 

d) Al cabo de algunas semanas, el debate muere. El caso está concluido. Los católicos, que alimentaron la esperanza que de esta vez se produciría una reacción victoriosa, se sienten dominados por la falsa sensación de una inferioridad, una incapacidad de conseguir repercusión proporcionada a la gravedad de la blasfemia y una sensación de derrota inevitables.

La resignación trae consigo la indiferencia y la indiferencia deja libre curso a la impiedad y a la blasfemia.

 

1-  "Dimonis": una justificación simbólico-teórica del "ludus" blasfemador

Así por ejemplo, se anunció, poco después de la Semana Santa de 1984, la gira por Andalucía del grupo teatral catalán Els Comediants, que iba a representar en varias ciudades la obra significativamente titulada Dimonis. El grupo contaba con las complacencias del Ministerio de Cultura, de quien había recibido el Premio Nacional de Teatro en 1983 [29]. La revista "El Público", del mismo Ministerio, describía a los actores como "lúdicos", "enormemente subversivos" y portadores de una "intención desacralizadora". Una comunidad que tiene "en una sola práctica la vida y el teatro".

 

a) "Monjes" que practican una ascética, una mística y una liturgia oscuras.Els Comediants, continúa la revista, han sabido "crear un estilo de vivir, de entender la vida", "han mantenido siempre el anonimato absoluto de sus componentes, siempre han firmado sus trabajos de una manera colectiva", todo en ellos depende "de la misma dinámica de la vida comunal del grupo".

"Cada individuo —continúa "El Público"— debe depurar su vida anterior, llegar a la catarsis y transformarse en un hombre nuevo".

Las piezas teatrales son para ellos liturgias esotéricas. Tales "hombres nuevos" se "transforman durante su celebración y se libran de todas la ligaduras malignas que les aprisionan. El ritual de la fiesta es la búsqueda de un nuevo principio." [30]

Los actores de Els Comediants buscan una intensa sintonía psicológica con el público durante sus representaciones. Su peculiar capacidad de impresionar proviene de esa fusión de almas, de esa influencia de carácter psicológico que ejercen sobre el auditorio. Influencia que no es común en un conjunto teatral corriente, pero que se explica en un grupo en que todo depende de la "vida comunal" y que tiene como objetivo "depurar su vida interior" en busca de "un hombre nuevo". Transforman así una representación teatral en una "celebración" que es una imagen escénica de la forma que el grupo tiene de "entender la vida". Por eso muchas de esas prácticas de Els Comediants quizás se puedan calificar de místicas en el lenguaje de ciertos intelectuales de vanguardia.

 

b) El espectáculo "liberador" y su filosofía.— La pieza teatral Dimonis representa alegóricamente a los demonios que, en agosto de 1983, cruzaron "la corriente del Ródano a la altura de Aviñon en una embarcación envuelta en llamas y se lanzaron como locos sobre las piedras del palacio papal". Este "demonio mediterráneo" que tras realizar semejante hazaña vino dispuesto a invadir España en nombre del arte y de la vanguardia "es un fauno de las almas que, puesto a trotar por la superficie de la tierra, frenéticamente pone en cuestión todos los tabúes establecidos que nuestra sociedad ha ido tejiendo. (...) Los demonios y la fenomenal pirotecnia que les acompaña constituyen el triunfo, lúdico, pero efectivo — de cuanto nos ha sido escamoteado." [31]

Detrás de Els Comediants hay en realidad una doctrina anarco-erótica que une a los miembros del grupo teatral y que moldea sus vidas. Sus representaciones no son otra cosa que una especie de rituales en los que se propaga esta doctrina de forma accesible al público.

Tal doctrina coloca, medio real medio alegóricamente, al demonio como promotor de la vida sensual, pagana, lúdica y libre. En medio de burlas a la moral, Lucifer surge para extirpar los "tabúes" sociales y aplastar a quienes los protegen y difunden. En el polo opuesto está Dios, amigo del orden y de la represión, que tiene a los ángeles, al Papa y a la Iglesia como ejecutores de su voluntad. Los dioses negros y subterráneos, hasta ahora vencidos, procuran la revancha, haciendo triunfar en la sociedad una forma de vida que debe extinguir la influencia del Dios represor.

Las representaciones de Dimonis tenían por objeto la propaganda del desorden, la desalienación, la vida anárquica e instintiva, en medio de gritos blasfemos, con la promesa de que por ese camino el hombre llegaría a la felicidad. Como los ángeles enviados por el Dios represor se oponen a todo ello, los demonios les hacen guerra y los vencen, tras lo cual, ya libres, exaltan frenéticamente el placer carnal en una atmósfera de aquelarre, caos y blasfemias. En suma, algo así como una justificación simbólico-teórica de las manifestaciones sacrílegas, blasfemas y paganizantes que asolan a España.

Desde este punto de vista, que explica su actuación, veamos ahora en qué consistieron algunos aspectos más denigrantes de esos espectáculos. 

El grupo Els Comediants fue invitado y bien pagado por el Ayuntamiento socialista de Sevilla. Así los presentó la revista municipal "Cita en Sevilla": "Son los demonios que han vuelto, por fin, a rescatarnos de las mediocridades hipócritas de esta Sevilla mariana. Son los diablos procaces y provocadores"

Al término de la representación, actores y público empiezan a recorrer las calles de la ciudad. Frente al monumento a la Inmaculada y a la Catedral, se desatan en ofensas a la Santísima Virgen y a la Iglesia (fotos). Todo entre actos obscenos y grotescos, gente desnuda y desvergüenza impune. Posteriormente seria representada en Granada, Córdoba, Málaga, Cádiz, Huelva, Almería y Jaén, además de Barcelona.

c) En Sevilla.— El grupo Els Comediants fue invitado, y bien pagado, por el Ayuntamiento socialista hispalense. Así los presenta la revista municipal “Cita en Sevilla”: "El sábado por la noche las orillas del Guadalquivir, la Torre del Oro y las calles de Sevilla se llenarán de olor a pólvora y azufre del infierno. Son los demonios que han vuelto, por fin, a rescatarnos de las mediocridades hipócritas de esta Sevilla mariana. Son los diablos procaces y provocadores."

Sin comentarios...

"Nos han hecho sentir a los sevillanos adormecidos— continúa la revista— la acidez corrosiva de los fuegos fatuos, la lucidez brillante de la desvergüenza." [32]

El día marcado, 12 de mayo, los demonios desembarcaron en el Guadalquivir. Tras una reñida batalla, consiguen vencer a los ángeles defensores del orden, de la templanza y la compostura. Sevilla estaba, pues, abierta para la orgía y la blasfemia. Como se trata de una obra de teatro total el espectador debe participar coreando eslóganes, respondiendo preguntas y, sobre todo, haciendo vibrar su alma al ritmo frenético de los actores. Al término de la representación, actores y público empiezan a recorrer las calles principales de la ciudad. Cuando pasan frente al monumento a la Inmaculada en la Plaza del Triunfo, y en la Plaza Virgen de los Reyes, junto a la Catedral, se desatan en ofensas a la Santísima Virgen, a la Iglesia, al Papa y al arzobispo. Todo entre actos obscenos y grotescos, gente desnuda y la desvergüenza impune campeando a sus anchas [33].

 

d) En Granada.— No fue muy diferente. Alfonso Alcalá, en el "Ideal" (periódico de la cadena de la Editorial Católica, estrechamente vinculada al Arzobispado...) comentó: "Un espectáculo que no va más allá de una gran fiesta (...). Ritmos frenéticos y reiterativos, ambiente de drama y éxtasis, dragones feroces, danzas rituales con fuego que llevan al espectador a formar parte de un momento especial y concreto. La comunicación entre los demonios y los elementos del infierno con los espectadores, hacen de este espectáculo un auténtico ritual." [34]

Un demonio abre la representación con un aullido y la asistencia le responde con un viva. Otro demonio grita: "¡Viva nuestro infierno!" y nuevo viva. A partir de ahí comienzan a repetirse rítmicamente vivas a pecados carnales. El público había entrado en sintonía...

"No queremos fronteras, ni guardias, ni curas"; "Viva el Infierno”; "Muera la Iglesia"; "Dios no existe"; y por fin "Lucifer, Lucifer, Lucifer"... [35]

Obsérvese la gradualidad con la que esta obra busca envolver a los asistentes, transformándose en una especie de ritual de iniciación colectiva. Primero vivas a la orgía y al libertinaje. Después, blasfemias contra la Iglesia y contra Dios. Y por último, el esperado: "Lucifer, Lucifer, Lucifer"...

La obra se representó también en Córdoba, Málaga, Cádiz, Huelva, Almería y Jaén, además de Barcelona.

 

e) Falta de reactividad de los obispos.— La gira de Els Comediants por el sur hirió a la Andalucía católica y mariana. Se realizaron manifestaciones populares de reparación y de protesta; algunos periódicos como el "ABC" de Sevilla y "El Alcázar" alzaron su voz en contra de la obra y de sus patrocinadores socialistas.

En Sevilla, diversas Hermandades de penitencia y de gloria, además de otras asociaciones católicas, organizaron un acto frente al monumento a la Inmaculada. Corrió la voz de que el arzobispo lo presidiría. En el último momento, sin embargo, se anunció que el prelado no podía comparecer por estar marcada para la misma hora una Confirmación. El desconcierto cundió entre los numerosos participantes, que además constataron que el acto consistía tan sólo en el canto de unas canciones cuya letra decía insistentemente: "Señor, perdónales porque no saben lo que hacen." TFP-Covadonga tuvo ocasión de medir al vivo el auténtico sentir de los fieles presentes cuando al concluir el acto uno de sus cooperadores tomó la iniciativa de rezar los misterios dolorosos del rosario en reparación a la Santísima Virgen. El público le acompañó con entusiasmo y al terminar el acto irrumpió en vivas a la Inmaculada, a la España católica y a la Sevilla mariana.

El día 17 de mayo, se hizo pública una nota del Arzobispado de Sevilla en la que lamentaba "los hechos tan extraños y ajenos en forma y contenido a los sentimientos religiosos y a las tradiciones de la ciudad" y se pedía a las autoridades que "no patrocinen manifestaciones de esta índole, contrarias ciertamente a la religiosidad de la mayoría." [36]

Mientras el prelado sevillano reaccionaba con tanta parsimonia, el P. José María Javierre, director del "Correo de Andalucía" —diario vinculado al arzobispado— atacaba... al "ABC" de Sevilla, acusándolo de haber sido excesivamente intolerante contra la farándula del infierno [37].

En Granada las cosas fueron más lejos. No llegó a nuestro conocimiento ninguna censura episcopal. Por otra parte, el diario católico granadino "Ideal", no vaciló en hacer una apología de Dimonis a lo largo de varios días, publicando incluso una crónica del teólogo Juan M. Estrada, quien calificó la pieza de mero "espectáculo para niños". En sentido contrario, la diputada andaluza de Alianza Popular, África Gran, declaró: "La obra del grupo 'Els Comediants' supone una falta total de respeto a los católicos, ya que se ofende a Dios, se ensalza la victoria del Infierno, no se respetan valores sagrados." [38]*

 

* Los miembros de las secciones de Sevilla y Málaga de la TFP salieron a las calles de esas ciudades, con sus capas y estandartes característicos, para difundir comunicados de protesta e invitar al público a unirse en oración reparadora a la misma hora en la que se presentaba la obra blasfema, encontrando amplia acogida popular. También el diario "Sur" difundió en dos días sucesivos el comunicado de la sección de Málaga (cfr. "Covadonga Informa ", junio de 1984). Finalmente, la sección de Granada también emitió una nota de protesta.

 

f) Los socialistas accionan sus mecanismos de apoyo a la contracultura "liberadora".— La representación en Sevilla fue el 12 de mayo. El 17 del mismo mes, el ministro de Cultura entregó a Els Comediants un nuevo Premio Nacional del Teatro [39].

La prensa de izquierda no tardaría en hacer de caja de resonancia para el caso. Trató de presentar Dimonis como una muestra de la cultura liberadora, contestataria y desalienante que anunciaba un nuevo mundo que deja atrás las normas morales; y, además se burló de los actos de reparación de los fieles católicos*.

 

* Es característico en tal sentido el reportaje publicado en "El País" bajo el titulo Els Comediants, la fiesta sin rincones prohibidos. Refiriéndose a la reacción del público católico andaluz, "El País" habla de "la rocambolesca farsa de las manifestaciones de desagravio” y vitupera a la que llama “iluminada minoría inquisitorial", tratando de mezclar las reacciones firmes pero pacificas de los fieles con un circunscrito incidente que tuvo lugar en Granada durante una de las provocadoras representaciones de Dimonis, protagonizado por un pequeño grupo de manifestantes ("El País", 4-8-1984).

 

Por otra parte, en las representaciones gaditanas, según "El País", era normal ver entre el público a parlamentarios, alcaldes, dirigentes políticos y hasta al delegado provincial de Cultura [40].

 

2-  "Teledeum": blasfemia e infamia para consumo masivo

Por las mismas fechas se presentó al público otro espectáculo: Teledeum.

 

a) Apoyo socialista a una parodia para todos los públicos.— Dicha obra no aparentaba un carácter doctrinal tan explícito como la primera; no exigía del público una sintonía tan completa con los actores; y por eso mismo tenía las condiciones de influir en un número mayor de personas.

Ambas obras se complementan: Dimonis se dirige principalmente a los radicales y Teledeum a la chusma de irreligiosos y juerguistas. Su difusión fue mucho más amplia. Mientras Dimonis se representó tan sólo en Andalucía y Cataluña, Teledeum abarcó prácticamente todo el territorio nacional.

El estreno fue en Barcelona, con la "devota munificencia" de la Generalidad de Cataluña, la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura. Así lo reconoce burlescamente la propia agrupación teatral en un blasfemo programa-recordatorio de la obra injuriosa contra la Religión, ilustrado por un cordero con aureola y cruz. Esa misma noche, el director, Albert Boadella, fue homenajeado por dirigentes socialistas catalanes con una cena, en un conocido restaurante de Barcelona. De la Ciudad Condal la representación siguió para Segovia.

Teledeum fue estrenado en Madrid poco después, en la sala Olimpia del Centro Dramático Nacional, el 26 de abril de 1984 [41]. Las representaciones siguiéronse después en Oviedo, Gijón, Avilés, Burgos, Salamanca, Logroño, Palencia, Lérida, Ávila, Málaga, Santurce, Baracaldo, Alcira, Pamplona, Valencia, Jerez, Sevilla, Algeciras...

Els Joglars, el equipo teatral dirigido por Boadella, llevó a cabo esta sórdida gira siendo generalmente invitado, alojado y ayudado económicamente por organismos socialistas del área de Cultura [42].

 

b) Objetivo confesado: envilecer.— Boadella explicó a la Prensa su singular concepto del teatro: "Sorprender en el escenario es una regla básica. Hacer que lo respetable se convierta en vil, lo blanco en negro." [43] El mismo reconoce que su teatro degrada a la cultura y al público: "Sodomizamos públicamente a Julieta en el balcón, (...) somos todos titiriteros y comediantes de mal vivir.'' [44]

Y Teledeum fue exactamente eso: presentó lo respetable como vil, lo blanco como negro, se rió de lo más sagrado y entronizó lo soez y lo sórdido.

Se trata de una parodia infame de la Santa Misa, en donde la sagrada hostia es sustituida por el catchupchrist, pedazo de pan ácimo con salsa de tomate. Un cardenal romano la vomita. Una monja norteamericana propone hacer un bocata con dos formas y en medio un catchupchrist. Otro de los gags consiste en confundir el lavatorio de la Misa con un lavabo [45]

c) El debate.— Esta vez, la ignominiosa parodia no se prestaba a tergiversaciones: no cabía hablar de extraños simbolismos ni de antiguo folklore pagano. La blasfemia estaba ahí, ostensiva, en su diabólica iniquidad. La indignación de los católicos se manifestó en la primera presentación en Segovia, luego en Madrid, y después a lo largo de toda la ignominiosa gira [46].*

 

* Por iniciativa de seglares católicos, fueron celebradas misas de reparación en parroquias de muchas de las ciudades donde la obra se representó. En Madrid, tuvo lugar un acto de desagravio en la plaza de la Villa de París, en el que participaron socios y cooperadores de TFP-Covadonga. La sección malagueña de la entidad distribuyó en las calles un manifiesto de protesta. Cuando pasaba la procesión de la patrono local, en la fachada de su sede social podía verse esta pancarta: "Oh Jesús Sacramentado, oh Virgen Santísima, por la representación blasfema del Teledeum, reparación, reparación, reparación" y “¡Oh Virgen de la Victoria, cuya imagen expulsó de Málaga a los moros y la conquistó para Vos: aceptad nuestra protesta por la representación blasfema del Teledeum y obtenednos que no vuelva a representarse en nuestra ciudad!"

También la sección de TFP-Covadonga de Sevilla distribuyó por las calles, en marzo de 1985, un manifiesto de protesta contra la representación de Teledeum en la capital hispalense.

Entre otras reacciones de seglares contra Teledeum deben mencionarse las protestas de concejales de AP de diversos ayuntamientos y de numerosas asociaciones de apostolado tradicional, bien como la meritoria actitud del abogado valenciano Carlos Verdú, quien presentó una denuncia ante los tribunales contra Boadella y Els Joglars (cfr. "El País" 28-10-1985). En noviembre de 1986 la Audiencia de Valencia suspendió el proceso. Reconoce sin embargo que el artículo 208 del Código Penal "castiga a quien ejecutara actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente tutelados". Pero alega —entre otras circunstancias para descaracterizar el delito— que no era un acto público ya que se celebró en un teatro y previo pago de entradas (cfr. "ABC", 2-12-1986).

Cabe destacar también la actuación del abogado Juan Riu Izquierdo en Burgos, que igualmente presentó querella criminal contra Boadella y Els Joglars ("Ya", 25-8-1984).

 

Habitualmente los obispos de las diócesis por donde pasó el grupo catalán publicaron protestas contra la presentación de Teledeum. Sin embargo, es necesario decir que en general no empeñaron todo el peso de su autoridad e influencia, ni promovieron actos oficiales de reparación u otras medidas concretas. Los socialistas respondieron de modo despectivo e insolente, haciendo caso omiso de las declaraciones episcopales, de modo que la representación blasfema pudo continuar su infame trayectoria. La prensa de izquierda prodigó sus consabidas loas a la liberación cultural y ridiculizó cuanto quiso la reacción católica [47].

Sólo hubo una suspensión temporal de la presentación de Teledeum. Fue cuando S.S. Juan Pablo II estuvo en Zaragoza, en octubre de 1984. El alcalde socialista de la capital aragonesa optó simplemente por postergar su representación que estuvo en cartel un mes después, entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre, en el Teatro Principal.

Sin embargo, el Patronato Municipal decidió rellenar sarcásticamente el hueco dejado por Teledeum con otra obra irreverente y cruda titulada Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos. Esta vez no se trataba de una obra de ateos o anarquistas sino ¡de un sacerdote de la Iglesia Católica!, el conocido P. Martín Descalzo [48]. La obra consiste básicamente en el monólogo de una prostituta con un crucifijo. El elogioso comentario que le dedicó "ABC" contiene estas reveladoras afirmaciones: "Martín Descalzo maneja un lenguaje rudo, sincero, sin pararse en prudentes resquemores o inhibiciones. El que conviene a la pobre y en el fondo pura mujer que es Rosa. Un texto fuerte, descarado, inconformista." [49]

Un crítico especializado del "Heraldo de Aragón" añadió: "Martín Descalzo parece que quiere arremeter en su obra contra todo lo que huela a moral tradicional." [50]*

 

* La obra del P. Martín Descalzo siguió su camino, representándose en muchas ciudades de España. En Madrid, fue rodeada de un impresionante aparato de propaganda. Pero no tenemos noticia de que haya sufrido condenas episcopales.

 

La burla socialista llegó al extremo de que el ministro de Cultura Javier Solana, interpelado en el Senado sobre el apoyo económico gubernamental a Teledeum negó, lisa y llanamente, que la parodia fuese irreverente con la religión católica [51].

Una vez más, el debate murió lentamente, ahogado por la atmósfera ecuménica, y el efecto corrosivo del escándalo se difundió por toda la nación*.

 

* Las censuras eclesiásticas a Teledeum y las insólenles respuestas de los socialistas

• Monseñor Palenzuela Velásquez, obispo de Segovia, "crítica lo que considera 'doble juego de quienes asisten (...) a actos religiosos de la comunidad católica y, a la vez, favorecen el ataque y la burla soez de convicciones y autoridades de la comunidad católica' " ("ABC", 25-4-1984).

La responsable del área de cultura del Ayuntamiento presentó su dimisión a la vista de la oposición suscitada por el patrocinio oficial de la obra. El alcalde no la aceptó, pues "existe un apoyo total (...) a la programación de la comisión de cultura", afirmó ("El País", 5-5-1984).

• Monseñor Delicado Baeza, arzobispo de Valladolid: "Si este espectáculo es una burla grosera a la religión de la mayoría de los españoles, que juzguen los ciudadanos si eso es contribuir a la convivencia respetuosa (...) Una vez manifestada la verdad (...) quizá la mejor descalificación seria ignorarlo masivamente" ("ABC", 27-8-1984).

• Monseñor Teodoro Cardenal Fernández, arzobispo de Burgos: "Este espectáculo teatral de escarnio se hace con la ostentosa malevolencia de desprestigiar una doctrina, unas instituciones y hasta unos misterios que son sagrados para la mayoría de nuestro pueblo cristiano (...) Lo que resulta del todo inaceptable es que sea la propia autoridad del Gobierno de la región quien promueva, subvencione y respalde espectáculos como éste" ("El Pueblo Vasco—El Correo Español", 3-8-1984).

• En Salamanca, "el obispado pidió a la población que actúe de acuerdo con su fe católica ante la posibilidad de acudir a ver el espectáculo de 'Els Joglars' " ("El Pueblo Vasco—El Correo Español", 3-8-1984). Cuanto a los actos de desagravio realizados en Salamanca, "según el obispado, son iniciativas privadas que nada tienen que ver con la institución" ("El País, 8-8-1984).

Juan González Posada, director general de Promoción Cultural de la Junta de Castilla-León; "Los comunicados de los obispos adolecen de imaginación y están escritos con un lenguaje en crisis" ("El Adelanto", 8-8-1984).

• Monseñor Miguel Roca Cabanellas, arzobispo de Valencia, "manifiesta su adhesión a las 'bien conocidas declaraciones condenatorias de otros obispos españoles' a esta 'gratuita ofensa a los sentimientos ciudadanos', se muestra preocupado 'por la indefensión en la que de hecho se encuentran hoy los ciudadanos españoles ante los ataques a sus valores religiosos' y lamenta 'el respaldo que algunos organismos oficiales prestan a esta obra' " ("El País", 14-1-1985).

“La Asociación cultural de Mujeres de Militares quiere manifestar su indignación y rechazo al estreno en Valencia de 'Teledeum' (...) Asimismo nos asombra ver la pasividad eclesiástica ante semejante agresión" ("El Alcázar", 23-1-1985).

"Mons. Díaz Merchán, Arzobispo de Oviedo (...) ha pedido al alcalde de Gijón que suspenda la representación de la obra 'Teledeum' " ("ABC", 31-7-1984).

"El alcalde gijonés comunicó por escrito al arzobispo, en respuesta a su carta, su intención de no suspender la representación. Por su parte, el portavoz del Partido Comunista en el Ayuntamiento gijonés, Andrés Álvarez Costales, lamentó las 'injerencias' por parte del Arzobispado en este asunto" ("ABC", 31-7-1984).

• Monseñor Francisco Álvarez, Martínez, obispo de Calahorra, La Calzada y Logroño: Teledeum es un "escarnio patrocinado", "una provocación" ("Las Provincias", 4-8-1984).

La agrupación socialista de Logroño contestó que “’la calidad de la obra' está por encima de todo planteamiento confesional" ("Las Provincias", 4-8-1984).

 

3-  "Je vous salue, Marie": se multiplica la infamia

a) La blasfemia llega al auge.— En el primer semestre de 1985, nuevo escándalo: se anuncia la proyección en España de la película Je vous salue, Marie del cineasta francés Jean-Luc Godard.

El crítico de cine Pierre d'André describió en el semanario "Famille Chrétienne" a María, la principal protagonista: "De la Virgen, el propio símbolo de la pureza,  [Godard] ha hecho una especie de exhibicionista, que se muestra íntegramente desnuda en numerosas ocasiones y deja la cámara recorrer largamente su cuerpo de cerca, muy de cerca. Peor aún, ella incita a su hijo a descubrir su cuerpo desnudo bajo su vestido, lo que escandaliza al propio José que interviene."

Todos los personajes se expresan en lenguaje vulgar, frecuentemente con tal grosería que sus expresiones resultan irreproducibles. Por cualquier motivo sueltan imprecaciones, blasfeman, se insultan y hablan en los términos más procaces de los órganos y actos sexuales.

José aparece como un vulgar amante, ávido de relaciones carnales. Acusa a la llamada María de "tener relaciones con otros". A María a su vez la presentan como una rebelde. En la parodia blasfema del "Magníficat", declara su "repugnancia por todo", "su odio a todo", hasta por el propio Dios, a quien califica de "cobarde" y de "vampiro". Respecto de su hijo Jesús, María declara: "Yo no quise tener a este ser". En la revista especializada "Fiches du Cinéma", Gérard Pangon comenta que la película "recurre ampliamente al psicoanálisis"; mientras André Roger señala que Godard "parece interpretar la generación divina como relación incestuosa de Dios Padre y de su hija." [52]

Las blasfemias hechas a la Santísima Virgen son, de algún modo, las que más ofenden al propio Dios. Hasta los más ensañados adversarios de la Religión Católica sienten que han pasado un meridiano de iniquidad cuando ultrajan a la Madre de Dios.

Con la proyección de esta película se llegó a un cénit en la ofensiva de blasfemias. Parecería que los promotores de su exhibición pretendieron abofetear el honor de los españoles católicos en lo que tiene de más sensible, intentando hacerles creer que ya no se puede reaccionar con altanería ante nada.

 

b) ¿Comienza a desvanecerse el sopor?— Un ponderable número de católicos despertó esta vez de su sopor. Se organizaron protestas vigorosas y actos de reparación más concurridos en diversos lugares de España.

Las primeras manifestaciones públicas contra la película tuvieron lugar en Barcelona y en Madrid, aún antes de su estreno. En la Ciudad Condal los católicos catalanes llevaron expresivas pancartas desde la plaza de la Catedral hasta el Gobierno Civil:

"Obispos —decía una de ellas— nuestro pueblo no quiere más insultos" "¡Viva la Virgen! No más blasfemias", decía otra.

"Cataluña será católica o no será." "Reina de España, sálvanos." [53]

En Madrid, el mismo día, miles de personas se congregaron en el Cerro de los Ángeles para participar del acto de reparación al Sagrado Corazón de Jesús, organizado por la Asociación de Caballeros que se honra en llevar su nombre. El P. Bidagor S.J. pronunció en la ocasión una vibrante homilía denunciando la campaña de blasfemias contra la Santísima Virgen. Un nutrido grupo de socios y cooperadores de TFP-Covadonga —cuatro de los cuales llevaron a hombros la imagen peregrina nacional de la Virgen de Fátima— contribuyeron a dar la nota de afirmatividad y gallardía católica que caracterizó el concurrido acto [54].*

 

* TFP-Covadonga reproducía en su boletín mensual de abril de ese mismo año —dos meses antes del estreno de la película— un estudio de la TFP francesa que denunciaba el contenido blasfemo de la parodia de Godard. Dicho estudio —que había representado la reacción más notable en Francia contra la obra— denunciaba la colaboración que prestaron a la proyección impía los socialistas de Mitterrand, la reacción notoriamente tímida y ambigua de la mayor parte de los obispos franceses, el apoyo desconcertante de uno de ellos a la película, así como el que le dieron publicaciones católico-progresistas.

El día del estreno, los cooperadores de TFP-Covadonga salieron a las calles de Madrid para distribuir un llamamiento mostrando al público la gravedad de las ofensas proferidas contra la Santísima Virgen y convocando a los católicos a una acción de desagravio victoriosa, dentro de las leyes de Dios y las de los hombres ("Covadonga Informa", julio de 1985).

Mientras se desarrollaba esta campaña de distribución del llamamiento —publicado además en "El Alcázar" (19-6-1985) y en "ABC" (28-6-1985)— en nuestra sede social de Madrid se realizaron actos de desagravio muy concurridos ante la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima.

 

En otras capitales se realizaron análogos actos de desagravio. Debemos destacar la "indignada protesta" de la Hermandad Nacional de Alféreces Provisionales, que en Asamblea "acordó por unanimidad elevar a la Conferencia Episcopal un escrito de protesta y enérgico rechazo a la blasfema película francesa" [55]. En Granada, los miembros de la tricentenaria y nobiliárquica Real Maestranza de Caballería, fieles a su juramento de "creer en lo interior, confesar en lo exterior y defender siempre los dogmas marianos", presentaron una querella criminal contra la película Je vous salue, Marie. Las otras cuatro maestranzas de Sevilla, Ronda, Valencia y Zaragoza siguieron su ejemplo y también recurrieron al Poder Judicial de sus respectivas ciudades [56]. La reacción de esta vez parecía desbordar los cauces previstos.

 

c) Más que debate, diálogo disolvente en torno a las blasfemias.— Sin embargo, no nos encontramos ante las antiguas vociferaciones del anticlericalismo ateo; todo cambió bajo el soplo del relativismo ecuménico.

En ese sentido, recordemos que uno de los dirigentes de Els Comediants, afectando sorpresa ante la reacción de los católicos por la presentación de Dimonis, dijo que no se explicaba a qué venía tanto alboroto, cuando dicha obra en nada ofendía a la Religión [57].

A propósito de ciertos comunicados episcopales sobre Teledeum, el director general de Promoción Cultural de la Junta de Castilla-León, el socialista Juan González Posada, señaló despectivamente que "adolecen de imaginación y están escritos con un lenguaje en crisis" y en nada cambiarían la línea de acción de la Consejería de Cultura [58]. Es decir, se jactaba el neorrevolucionario de que las moderadas protestas episcopales eran inocuas y serían rápidamente superadas por los acontecimientos.

En cuanto a Je vous salue, Marie, la reacción de la autoridad eclesiástica en ámbito nacional fue tan diluida como en otras ocasiones. La Conferencia Episcopal no se manifestó por medio de su más alta dirección, sino con una discreta nota del Secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, vertida en términos desconcertantemente moderados y ambiguos. Sin embargo, el cardenal arzobispo de Madrid monseñor Ángel Suquía y el obispo de Orihuela-Alicante monseñor Pablo Barrachina, se destacaron en esta ocasión por su censura enérgica a la película de Godard*.

 

* TFP-Covadonga envió un telegrama felicitando a Su Emcia. Rvdma. y expresando la esperanza de que su saludable actitud animara al Episcopado a condenar tajantemente la película y defender la honra de la Santísima Virgen ("Covadonga Informa", julio de 1985).

 

Dice la nota del Secretariado: "Dejando a un lado el valor técnico o artístico de la obra, extremo en el que no hay coincidencia entre los críticos, parece opinión generalizada que su contenido ofende los sentimientos de los católicos por las referencias equívocas que hace a uno de los más entrañables misterios del Cristianismo —la concepción virginal de María— y por el tratamiento formal que da al tema." [59] ¿Efectos asustadores del ecumenismo relativista? Hasta un órgano episcopal "parece" no tener seguridad sobre lo que ofende o no ofende los sentimientos de los católicos. "Parece"... Si bien que en el párrafo siguiente la nota cita la reacción del propio Juan Pablo II* y el telegrama categórico de condenación firmado por el secretario de Estado del Vaticano, en donde no se deja lugar a dudas en cuanto a que la parodia de Godard ofende no sólo el sentimiento de los católicos, sino que vilipendia temas fundamentales de la fe e "hiere profundamente (...) el respeto de lo sagrado y la figura de la Virgen María".

 

La blasfemia llega a su auge

En el primer semestre de 1985 se anuncia la proyección en España de la película del cineasta francés Jean-Luc Godard. El crítico de cine Pierre dAndré describió en el semanario “Famille Chrétienne” a María, la principal protagonista: “De María, el propio símbolo de la pureza, [Godard] ha hecho una especie de exhibicionista que se muestra íntegramente desnuda en numerosas ocasiones”. José aparece como un vulgar amante, ávido de relaciones carnales. Todos los personajes utilizan un leguaje vulgar y soez.

Las blasfemias hechas contra la Santísima Virgen son, de algún modo, las que más ofenden al proprio Dios. Así, pues, con la proyección de esta película se llegó a un cénit en la ofensiva de blasfemias.

TFP-Covadonga publicó en la prensa y divulgó en las calles un llamamiento mostrando al público la gravedad de las ofensas proferidas contra la Santísima Virgen y convocando a los católicos a una acción de desagravio, dentro de las leyes de Dios y las de los hombres.

* El 4 de mayo de 1985, Su Santidad Juan Pablo II rezó, a través de Radio Vaticano, un rosario de desagravio por la proyección de la película. TFP-Covadonga y las demás Sociedades de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad de diversas naciones tuvieron la alegría de adherir filialmente al acto, uniéndose al telegrama que en representación de todas las TFPs envió el profesor Plinio Correa de Oliveira al Pontífice y que decía así: "Profundamente emocionados con el acto que Vuestra Santidad realizará, rezando a través de Radio Vaticano un rosario en reparación por la proyección de la película blasfema e impúdica 'Je vous salue, Marie', los socios y cooperadores de las 15 TFP’s se unirán de corazón a este santo acto reparador rezando a su vez el rosario con el mismo objetivo" (Cfr. "Covadonga Informa", julio de 1985).

 

El documento no anuncia, como podría esperarse, ningún acto público y oficial de reparación, sino que al concluir informa tan sólo que quiere hacerse intérprete de las muchas protestas que ha recibido de particulares y de grupos, recuerda que nadie debe colaborar con la presentación de la película y que "los católicos como todos los ciudadanos pueden, y en ocasiones deben, hacer uso de las acciones legales pertinentes". Pero sus últimas palabras se transforman en una visible condenación a los sacerdotes y fieles que rezaban frente a la entrada del cine Alphaville, el día del estreno de la parodia blasfema de Godard, y que la Policía dispersó brutalmente obedeciendo órdenes superiores*: "El recurso a acciones de fuerza, como las que ya se han registrado, se convierte en publicidad gratuita de la obra y difícilmente puede legitimarse desde una posición cristiana y católica." [60]

 

* Mientras se proyectaba la película en Madrid y Barcelona, grupos de católicos se reunían ante los cines donde era exhibida para rezar en desagravio a la Virgen. El primer día, cuando frente al cine madrileño Alphaville se concentró más de un millar de personas con el rosario en la mano, la policía recibió órdenes de desalojar la calle por la fuerza, alegando que los manifestantes perturbaban el acceso a la sala de espectáculos. Las fuerzas antidisturbios cumplieron su cometido con innecesaria violencia, pese a la presencia de sacerdotes y religiosas y de que buena parte de los manifestantes eran señoras y señoritas.

"El País", que presume de imparcial, no ocultó su odio a los manifestantes católicos, revelando su verdadero talante: "El pequeño cine de Madrid donde se exhibe está siendo cercado y amenazado, acordonado —entre oraciones y porrazos— por los fanáticos". "Además de la irritación que produce esta actitud de energúmenos, hay una indignación mayor por la imagen de la operación; se pretende que la proyección de la película ataca a la libertad de los practicantes de la religión católica. (...) Tratar de impedir su proyección es clamar contra la libertad y la dignidad del hombre" ("El País", 23-6-1985). El sentido corriente de las expresiones llegó a un tal grado de deformación, que proyectar una película blasfema en un cine es un acto de libertad y usar del derecho de protestar es fanatismo...

 

Sin embargo, hay más. Hemos visto cómo ciertos periódicos estrechamente vinculados a curias diocesanas aceptaron con una facilidad toda ecumenista el canto de sirena de Dimonis. Con la película blasfema de Godard fue peor. Es lo que veremos enseguida.

El 18 de junio, víspera del estreno de la parodia, el P. Manuel Alcalá, jesuita, publicaba en "Ya", en ese entonces órgano oficioso del Episcopado, sus consideraciones sobre la película Dios te Salve María, en las que aparecía no sólo su empeño en buscarle aspectos positivos a la obra, sino el intento de explicar a los católicos que la película de Godard no era blasfema:

"La película, ante todo, admite dos posturas previas. La primera actitud es fácil y no requiere mucho esfuerzo. (...) Se disparan las alertas, saltan los prejuicios y se desbordan los afectos.

"La segunda actitud, más difícil sin duda, pretende la superación de las comparaciones periféricas. (...) Tal postura es menos fácil, pero posible y perfectamente razonable.

"'Je vous salue, Marie' es, ante todo, una película distinta."

Nótese la ambigüedad de la palabra, mediante la cual esquiva clasificar a la película desde el punto de vista moral. Después, el P. Alcalá trata de explicar que la película es una "ficción artística" y sostiene: "La Virgen de la película no es un remedo de María, la Madre del Señor. Sólo se ha tomado el 'símbolo'."

Enseguida, tras una descripción larga y detenida de los "aspectos positivos", en su afán ecumenista el sacerdote acaba afirmando: "No conocemos una película con un canto semejante a la virginidad física y moral." Al final viene una discreta invitación a la apatía y a la inercia: "Ahora que el lector opine, en caso de decidirse a verla. (...) Sin olvidar que, dadas las leyes de la opinión pública, la mejor forma de hacer propaganda de un producto es crear en torno a él un clima apasionado de polémica." [61]

Más lejos llegaron en su complacencia con la película de Godard las revistas "Ecclesia" y "Vida Nueva", no considerando necesario recurrir a las fórmulas del mero simbolismo del P. Alcalá, sino que les pareció que el cineasta quiso interpretar efectivamente el misterio de la Encarnación y no lo censuraron por la forma en que lo hizo*.

 

* El 9 de febrero de 1985 "Ecclesia" publicó, en la página 26, un artículo firmado por Eloy García Díaz, con el siguiente título: Una película divide a los católicos franceses. Je vous salue Ma-rie, de Jean Luc Godard, actualiza el misterio de la virginidad de María. Dice el articulista: "Algunas asociaciones católicas conservadoras califican el filme de 'pornográfico'. En cambio otros sectores del catolicismo francés han manifestado su respeto hacia la obra de Godard. 'Je vous salue Marie' es una actualización del misterio de la virginidad de María realizada con un fiel apoyo en el Evangelio. (...) Sin desviarse del tema bíblico, Godard pasa de lo inexplicable a la aceptación total del misterio de María. (...) Le reprochan algunos su insistencia en mostrar el cuerpo desnudo de María, el lenguaje desgarrado en algunos momentos. Pero la película encierra otros valores."

Y concluyó: "En fin, mientras algunos grupos exaltados revientan la exhibición de la película en algunos cines y en cambio la revista 'Etudes' de los jesuitas, la califica de 'poema', Godard insiste en que él no ha pretendido ofender, sino 'de-sacralizar sin profanar'."

A su vez, la revista "Vida Nueva" publicó en la primera quincena de marzo del mismo año una noticia que dice: "La película 'Je vous salue Marie' de Jean Luc Godard está provocando reacciones diversas en los ambientes europeos. Mientras que su estreno en París no causó problemas, a no ser algunas críticas negativas en periódicos y revistas, sí ha tenido dificultades mayores en Versalles. (...) La película intenta una recreación  [sic] del misterio de la Inmaculada en nuestros días. (...)El niño Jesús aparece tan encantador y pesado  [sic] como cualquier niño. (...) En estos días la película de Godard ha sido presentada en la XXXV edición del Festival Internacional de Cine de Berlín Oeste."

 

La España católica y mariana sufrió este tremendo golpe. En muchas naciones la película de Godard fue prohibida. Entre nosotros, bajo la égida de la revolución cultural y del ecumenismo, la ofensa a la Madre de Dios se ostentó, como los otros lances del terrorismo de blasfemias, con fueros de creatividad liberadora. Vinieron las reacciones, el diálogo ecumenista que ponderó muchos pros y pocos contras, los desplantes de irracionalidad sonriente y eufórica de los neorrevolucionarios y después un silencio pesado y una modorra más profunda en la mayoría.

Sin embargo, creció también la indignación en una minoría vigilante, en la que ocupan un lugar glorioso las almas escogidas que oran y se inmolan por España en el silencio de los claustros contemplativos, ofreciendo reparación a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.

Algunos meses después: nuevo escándalo. El ritornello sórdido y siniestro recomenzaba.

 

4-  La blasfemia vuelve con nuevo ímpetu: "Los virtuosos de Fontainebleau"

Hacia fines de 1985 —mientras prosigue la campaña de sacrilegios llevada a cabo por grupos de desconocidos— se estrena una nueva creación de Boadella: Los virtuosos de Fontainebleau, interpretada también por Els Joglars. Lo blasfemo, lo procaz y lo inmoral se unen esta vez en una cacofonía indescriptible. "El País" lo califica como "verdadero desmadre" aunque "espléndidamente interpretado".

Las blasfemias se suceden a las grotescas obscenidades: un "guardia civil" apunta a la cabeza de un preso con un crucifijo transformado en pistola; un “francés” se baja los pantalones y ultraja con procacidad las glorias nacionales de su país —"de Juana de Arco a Josep María Flotats"— identificándose así con la "irracionalidad española"; los "franceses" escenifican "supuestas relaciones homosexuales de Dalí con Federico García horca".

Todo ello lo considera el colaborador de "El País" "una sátira finísima, la parte, sin duda, más inteligente del trabajo de Boadella" [62]. La Virgen del Pilar aparece representada por un hombre con bigotes en actitudes insolentes y tocando la pandereta.

La obra fue puesta en escena en diversas ciudades, siempre con la ayuda de fondos públicos pero sin gran publicidad [63]. En agosto de 1986, en Zaragoza —¡allí, bien cerca de la basílica del Pilar!— el teatro se llenó de gente para sumarse a los ultrajes y burlas a la Reina y Protectora de España [64].

El día 1 de agosto de 1986, víspera del estreno de la obra en Zaragoza, el núcleo aragonés de TFP-Covadonga, ante la osadía de la blasfemia y la apatía existente en los medios católicos, colocó en la plaza del Pilar una enorme pancarta en la que se leía: “Acogida en la indiferencia general, derivada del progreso de la incredulidad y del misterioso debilitamiento de la Fe, se exhibe en Zaragoza la obra de teatro blasfema 'Los virtuosos de Fontainebleau'. TFP — Covadonga levanta su protesta que desea hacer llegar como un grito de disconformidad y reparación hasta los pies de la Virgen María. Transeúnte únete, por lo menos interiormente, a este acto de disconformidad contra la blasfemia y la indiferencia."

En la tarde de ese mismo día, monseñor Elías Yanes, arzobispo de Zaragoza, publicó un comunicado en el cual protestaba contra la obra, que calificó como "un agravio a la Virgen del Pilar" y mostraba su "perplejidad y contrariedad" por el hecho de que el Ayuntamiento patrocinara la representación [65].

Poco después, la administración socialista de Navarra — dirigida por Gabriel Urralburru, sacerdote secularizado y miembro del PSOE— promovió la escenificación de la obra en el antiguo castillo de los Reyes de Navarra, en Olite, como si quisiesen profanar, una a una, todas las tradiciones [66].

En Pamplona, la asociación navarra de Defensores de la Santísima Virgen publicó en "El Diario de Navarra" una categórica nota de condenación ante la próxima presentación de la obra en los festivales de Olite. Unos días después presentó denuncia contra el grupo catalán [67].

Jaime Ignacio del Burgo y Calist Ayesa, dirigentes del PDP de Navarra, presentaron igualmente una denuncia ante el fiscal de la Audiencia Territorial de Pamplona contra Els Joglars por delito contra la libertad de conciencia [68].

Monseñor Cirarda, arzobispo de Pamplona, lamentó algunos días más tarde que el Gobierno de Navarra hubiese programado y financiado la representación de Els Joglars y afirmó que "merecen elogio los ciudadanos que tratan de impedir cualesquiera actos en que pudiera ofenderse a los sentimientos religiosos de nuestro pueblo." [69]

Además, por toda España los católicos empezaron a manifestarse contra la obra*.

 

* El conocido empresario Lucas María de Oriol observó con acierto que la presente forma de revolución en España no solamente promueve la descristianización, sino que; "Estamos en un proceso de abdicación de lo humano que ha llegado al más sórdido nivel de deterioro, (...) una profanación de peor índole que los desmanes sacrílegos cometidos en fechas lejanas", fruto de una "contracultura que nos halaga en los barrios más bajos de nuestro ser". Concluía afirmando que de uno u otro modo, casi todos los españoles son culpables por tal demolición, pues unos contribuyen con una "pasividad comodona” a que los otros hagan el "escándalo altanero” (Cartas al Director in "ABC", 29-8-1986).

 

Por su parte, los componentes de Els Joglars demostraron sorpresa por la protesta de los católicos, pues hasta entonces —dijeron— las representaciones de la obra no habían suscitado mayores reacciones [70].

 

5- Una "lúdica" explosión de obscenidad y odio en Valencia

Con los católicos semiparalizados por la apatía ecuménica, la carrera hacia lo grotesco y lo infernal no conoce barreras.

 

"Visanteta de Favara": explosión de obscenidad y odio a la Religión

Con la ayuda de los fondos públicos facilitados por los socialistas de la Generalidad de Valencia, el grupo teatral Els Joglars puso en escena, en agosto de 1986, una nueva obra con el nombre Visanteta de Favara. Se trataba de una representación soez y extremadamente blasfema de la creación y del paraíso terrenal, ela que no faltaron los peores ultrajes a San Vicente Ferrer, gloria de Valencia y de España. La obra fue representada en muchas ciudades, entre las cuales Madrid, Barcelona y Valencia, suscitando reacciones en esta última capital.

a) La farsa antirreligiosa financiada por los socialistas.— En el calendario de blasfemias y obscenidades de Boadella estaban programadas nuevas y mayores torpezas, con la ayuda de los fondos públicos facilitados por los socialistas de la Generalidad de Valencia [71].

La nueva obra llevaba el nombre Visanteta de Favara y fue estrenada el 10 de agosto en Onteniente, Alicante*.

Boadella se superó a sí mismo en sordidez. Su engendro teatral no merecería que ninguna pluma decente se ocupara de comentarlo. Sin embargo, debemos hacerlo por amor a la Iglesia y el bien de España.

 

* Boadella, que contó con la colaboración del Teatre Estable del País Valencià, recibió cuatro millones de pesetas de la Diputación Provincial de Valencia y otros cuatro millones de la Consejería de Cultura de la Generalidad ("ABC", 31-5-1987).

 

Se trata de una representación burlesca de la Creación y del Paraíso Terrenal "situado en Valencia". La felicidad edénica la representan como el desenfreno de la sexualidad y de la anarquía.

La revista del Ministerio de Cultura "El Público" aplaude la nueva producción de Boadella y destaca que en ella "no existen los tabúes sexuales. En Favara cada cual es libre de practicar la promiscuidad sin prejuicios de género."

El actor que representa a Dios adopta lenguaje satánicamente grosero; Adán no está hecho de barro, sino de las heces del propio Dios; Adán, Caín y Abel disputan los favores de Eva; se hacen alusiones continuas a los órganos genitales de Dios, de Adán, de Eva; y los primeros hombres viven obsesionados por el sexo.

En el mismo tono general "aparecen los amores de Satán con un ángel, siendo luego aparente el embarazo de éste”. En ocasiones aparece la palabra hostia usada en tono de interjección. Una de las veces, al referirse a ella alguno precisa: "consagrada." [72]

En otra de las escenas un "ángel (...) asoma flamígero, vestido de tenista, hablando en italiano y con perentorias necesidades urinarias, lo que ocasiona el nacimiento del Turia, léase pis de Ángel (...).  [La obra] tiene por protagonista a Visanteta —Eva recién creada en el Paraíso de Favara— en espera de la virilidad por crear. Yaveh Dios corrige las impías alusiones eróticas de su creatura." [73]

 

b) Denigrar los símbolos de cada región.— El blanco preferido de los ultrajes y blasfemias es en este caso la gloria de Valencia, San Vicente Ferrer; la decencia impide transcribir esos insultos procaces que tienen por tema el acto sexual contra la naturaleza. Boadella llama al Santo, además de "otra plaga", "un auténtico inquisidor" cuyos discursos "eran un derroche de morbo." [74]

Naturalmente, la revista del Ministerio de Cultura presentó este nuevo episodio de la revolución cultural como una simple manifestación placentera del progreso liberador y definió el objetivo de la obra: "Albert ha querido (...) que se resientan los andamiajes judeo-cristianos y continuar su juego pirotécnico contra el oscurantismo." Según esta revista, Boadella no quiso otra cosa sino escenificar la "sana obscenidad" y el espíritu de "fiesta lúdica" de los valencianos... [75]

"El País" celebró el engendro como "el primer sainete-falla de la Comunidad Valenciana" y se refociló detenidamente en las blasfemias y obscenidades del montaje teatral [76].

Después de un cauteloso lanzamiento en Onteniente la obra reapareció en escena el 22 de agosto en Amposta (Tarragona), iniciando una gira que comportaba su presentación en Olot (Gerona) y Tárrega (Lérida), para culminar esta primera etapa con una temporada en Barcelona, del 7 al 26 de octubre [77].

 

c) La provocación ultrajante suscita reacciones cuando llega a Valencia.— El torpe ultraje fue serpenteando sin despertar reacciones de monta, hasta llegar al punto de mayor provocación que fue su representación en la propia ciudad de Valencia, en las primeras semanas de febrero de 1987. Con motivo de ello, la Junta Central Vicentina de Valencia y los Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer presentaron una querella judicial contra Boadella y los suyos.

Por su parte, el arzobispo de Valencia, monseñor Miguel Roca Cabanellas, publicó el 20 de febrero una protesta en términos enérgicos, en la cual estimulaba a los católicos a defenderse por la vía de los recursos legales*. Tres meses después se realizó una Misa de desagravio en honra de San Vicente Ferrer en la catedral de Valencia, que no fue suficiente para contener al público, parte del cual asistió desde fuera del templo. La Misa fue celebrada por el deán de la catedral, don José Mengual, y contó con la presencia de varios canónigos, religiosos y sacerdotes de diferentes puntos del Levante. Asistió el capitán general de la región militar y otras personalidades, y vinieron, además, peregrinos de Castellón y Alicante [78].

 

* En la protesta el arzobispo expresa su "grave preocupación por el hecho de que en la convivencia ciudadana se sustituya el mutuo respeto por la provocación ultrajante"; denuncia "que se pretenda una transformación de los valores éticos y religiosos vigentes en nuestra sociedad, sirviéndose para ello de la mofa y de la burla de lo que muchos estimamos como sagrado y venerable"; condena la colaboración de la Diputación Provincial y del Centre Dramatic de la Generalitat y pide "a los ciudadanos católicos que sepan hacer valer sus derechos frente a estas injustificadas agresiones con procedimientos pacíficos y legales" ("El Alcázar", 10-3-1987).

Sin embargo, en este mismo documento en que el arzobispo muestra su encomiable decisión de poner obstáculos a la blasfemia se hace sentir la tendencia hoy generalizada en medios eclesiásticos de no realzar la defensa de la Religión Católica en cuanto verdadera, sino en cuanto opinión legítima vigente en nuestra sociedad. En efecto, los argumentos de monseñor Roca Cabanellas se fundamentan en razones legales, que atañen a la sociedad temporal, de la cual un arzobispo es guardián indirecto. Lamentablemente, no insiste en la observancia de la Ley de Dios, como los fieles tienen el derecho de esperar de su Pastor. La concepción religiosa puesta en boga por el ecumenismo queda así indirectamente legitimada, por distante que ello esté de la intención del ilustre prelado.

 

Nos alegra dejar constancia de que, tras años de sacrilegios, blasfemias y paganización, haya habido en una archidiócesis una reacción católica de significación y revestida de carácter oficial.

Mientras en Valencia se organizaba el oportuno desagravio, Boadella se aprestaba para llevar Visanteta de Favara al Festival de Teatro en Madrid, donde se estrenó en el Centro Cultural de la Villa [79].

 

III — Un siniestro convidado a la "fiesta lúdica"

 

Pero la España ecumenizada, moderna, laica y socialista nos reservaba sorpresas mayores. Junto con los ultrajes a Dios, a los Santos y a la Religión, transformados en ludus cultural, comienza a emerger aquello que siempre se arrastró en los subterráneos más sucios y sombríos de la historia: la superstición grosera, la brujería y el satanismo. "Abyssus abyssum invocat" (Ps. 41, 8). Un abismo atrae a otro abismo; unas aberraciones arrastran a otras, aunque sean saludadas como manifestaciones de alegre liberación.

 

1-  La revolución cultural celebra: “Madrid, la única capital con un monumento al demonio”

Pocos madrileños se dieron cuenta que en el Retiro hay, desde el siglo pasado, una extraña estatua que otorga a la capital un indeseable privilegio. Sin embargo, ahí está la revolución cultural del PSOE con su aguda sensibilidad modernizante para dar a todos ciencia de ello.

Bajo la gestión del agnóstico y marxista Tierno Galván, el periódico del Ayuntamiento socialista "Villa de Madrid", se enorgullece de que "sólo Madrid tiene un monumento al demonio". Y así guía al turista no enterado: "Al final de la Rosaleda, otro quiosco, y, por fin la glorieta del Ángel Caído. Ocupa la encrucijada entre paseo de Coches, paseos del Ecuador y Uruguay, con un monumento representando a un ángel rebelde derribado con la serpiente enroscada a su cuerpo desnudo. En este lugar estuvo la ermita de San Antonio de los Portugueses. (...) Madrid es la única capital que ha dedicado un monumento al diablo."

La España ecumenizada, moderna, laica y socialista nos reservaba sorpresas...

Junto con los ultrajes a Dios, a los Santos y a la Religión Católica, transformados en ludus cultural, comienza a aparecer a la luz del día la superstición mas grosera, la brujería y el satanismo.

¿Siniestra curiosidad turística? Algo más que eso, a juzgar por el reportaje publicado en "Los Domingos de ABC" sobre el notorio aumento de la hechicería en España: "Se dice en voz baja —informa el periódico— que es el lugar elegido por los practicantes de la magia negra para concentrar allí sus energías." [80]

Reportajes, elogios, comentarios imparciales, teatros, congresos, comics para niños, películas en televisión... Por mil caminos irrumpen el ocultismo y el demonio en la vida española. Se los presenta muchas veces como folklore o símbolos de ciertos aspectos de la vida; o bien como realidades, misteriosas y sorprendentes*.

 

* Un lector ecumenista podría objetar con aires de superioridad que estamos tomando muy a la tremenda estas manifestaciones satánicas. Todos saben —dirá— que el demonio no es sino un símbolo, una metáfora, una imagen, y que no hay razón para analizar a lo catastrofista las referencias a un ser en cuya existencia, en última instancia, nadie cree. La indiferencia de la población ante esos aspectos satánicos de la revolución cultural —concluirá— corresponde a una madurez de espíritu que les ha faltado a los autores del libro.

Como católicos, rechazamos totalmente esta visión falsa de las cosas. Durante su existencia terrena Nuestro Señor Jesucristo advirtió continuamente contra el demonio; teólogos y moralistas de la más alta autoridad siempre estudian el tema. La doctrina de la Iglesia, en fin, nos enseña que Satanás es un ángel caído que busca por todos los medios, con el concurso de su gran inteligencia y astucia, perder eternamente a los hombres. San Pablo nos habla de la lucha contra el demonio en estos términos: "No es nuestra lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos de los aires" (Ef. 6, 12). Santo Tomás, por su parte, enseña que "el demonio es cabeza de todos los malos, pues al decir de Job, es 'el rey de los hijos de la soberbia'. Ahora bien, es propio del gobernante conducir a su propio fin a todos aquellos que gobierna. El fin del demonio es apartar de Dios a la criatura racional; por eso desde el principio buscó separar al hombre de la obediencia a Dios (...). Cuando, pues, los hombres pecando se dirigen a ese fin, caen de lleno bajo el régimen y el gobierno del demonio" (3, q. 18, a. 7). En 1981, Juan Pablo II disertó pormenorizadamente sobre los peligros de la acción del demonio en nuestros días: "Cristo confirma la existencia del espíritu maligno y de su reino, que se deja guiar por un programa propio. Este programa exige una estricta lógica de acción, una lógica tal que el 'reino del mal' pueda durar (...) La lucha entre el reino del mal, del espíritu maligno y el Reino de Dios aún no cesó, no terminó. Tan sólo entró en una nueva etapa, etapa por lo demás decisiva. (...) ¿Será necesario tal vez demostrar que esta lucha también continúa en nuestros días? Sí. Es seguro que continúa. Se desarrolla incluso, paso a paso con la historia de la humanidad, en los diversos pueblos y naciones. Y continúa igualmente en cada uno de nosotros. Al acompañar esta historia, incluso la historia de nuestra época, podemos también constatar cómo el reino del espíritu maligno no está dividido, sino que de diversos modos busca una acción unificada en el mundo, procura actuar sobre las personas, sobre los ambientes, las familias, las sociedades (...) La actividad del espíritu maligno en nosotros y entre nosotros (...) seduce al hombre con una libertad que no posee. Seduce ambientes, sociedades y generaciones enteras. Seduce para manifestar, por fin, que esta libertad no consiste sino en adaptarse a una múltiple coerción: a la coerción de los sentidos y de los instintos, a la coerción de la situación, a la coerción de la información y de los varios medios de comunicación, a la coerción de los esquemas corrientes de pensamiento, de evaluación y de comportamiento, en los cuales se hace silencio sobre la cuestión fundamental que es si ese comportamiento es bueno o malo, digno o indigno." Y como antídoto específico contra esta acción ejercida hoy por el demonio, el Pontífice prescribe aprender "a pensar, a hablar y a actuar de acuerdo con los principios de la simplicidad y de la claridad evangélicas: 'Sí, sí. No, no'.  [aprender] a llamar lo blanco, blanco y lo negro, negro; el mal, mal y el bien, bien. (...) el pecado, pecado y no llamarlo liberación y progreso, aunque toda la moda y la propaganda se opongan a ello" (Insegnamenti di Giovanni Paolo II, Librería Editrice Vaticana, 1981, vol. IV, pp. 788 a 791).

 

2- Ocultismo, hechicería y satanismo a la luz del día

a) Sacrificio ritual en la madrileña plaza de España.— En noviembre de 1983 se realizó, en plena plaza de España de Madrid y a la vista de todo el mundo, una ceremonia ocultista para pedir lluvia. Junto al monumento a Cervantes se levantó una tribuna en la que un tal Michel de Notre Dame degolló una gallina blanca y vertió la sangre sobre un mapa de España, en las regiones más afectadas por la sequía...

No se trataba de la iniciativa de un grupúsculo de excéntricos. El ritual de hechicería había sido convocado por Radio Nacional, que allí estaba para transmitirlo en directo a toda España. Este mismo ritual mágico se repitió después en Alboraya (Valencia) y en otros lugares del país [81].

 

b) Magia y demonio en los suburbios de la cultura oficial: Congresos y Jornadas.— Los congresos y encuentros ocultistas y satanistas se suceden unos a otros en diversas ciudades, anunciados a bombo y platillos por los medios informativos. La sensibilidad del público va siendo acostumbrada a hechos antes inconcebibles.

Así por ejemplo, en La Coruña, el mes de junio de 1986 se reunió el I Congreso Internacional de Meigas, Magia y Brujería Galicia-86. Contando con subvenciones de la Xunta, entonces presidida por Alianza Popular, congregó a cerca de 200 especialistas en parapsicología, cartomancia, brujería, ufología, etc. Entre los varios asuntos tratados con aires de seriedad académica, figuraban rituales paganos o panteístas, el vudú, la macumba, el candomblé, las religiones sincretistas y la invocación a los demonios. Hasta en el conspicuo "ABC", Carmen Sancho comentó al respecto que "un viento fecundador, el favonio quizá, se levanta agitando invisibles presencias" [82]. En agosto de 1987 se reunió, también en La Coruña, el II Congreso de Magia y Brujería. Terminó con una sesión de espiritismo, en la cual hubo médiums en trance y copas que se movían sobre una mesa. En esta última sesión estuvo presente un sacerdote, el padre Enrique Bande [83].

Encuentros análogos tuvieron lugar en Barcelona, Madrid y otras ciudades.

En noviembre del mismo año se organizan en Pamplona los Primeros Encuentros de Brujología y Ciencias Paranormales, con participación de hechiceros, astrólogos y práctica de rituales. Mientras en La Coruña el congreso fue clausurado por el entonces presidente del Gobierno autónomo gallego, Gerardo Fernández Albor, en Pamplona los encuentros fueron abiertos por el alcalde socialista, Julián Balduz, y por la presidenta de honor, la princesa Doña Esperanza de Borbón y Zamoiski... Tuvo destacada participación, Juan Blázquez, de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla-La Mancha [84].

¿Quién podría imaginar hace unos años a una princesa de la Casa de Borbón ofreciendo su nombre y su prestigio a una reunión de astrólogos y brujas que comienza a medianoche con una “gran invocación cósmica” en la que participaban más de seis mil personas, ritual que —según informó la prensa— permitiría una extraña "inducción al nivel mental Alfa"? Lo que pasa es que ahora, en una España a tono con Europa... estas cosas han adquirido de repente el sello de la última moda. No faltó ni siquiera la presencia de cinco sacerdotes aggiornati.

La clausura de los encuentros de Pamplona se realizó con una comida en las cuevas de Zugarramurdi, famosas por sus aquelarres, explica el "ABC". José Berruezo, catedrático y miembro de la Real Academia de la Historia, describió durante los encuentros a los aquelarres como meras reuniones festivas que, sin embargo, acababan en orgías sexuales por el uso de drogas alucinógenas [85].

A su vez, la Universidad Popular de Zaragoza, para no quedarse atrás, juzgó muy académico organizar entre el 26 de marzo y el 3 de abril de 1987, en su área de Cultura Actual, unas jornadas sobre la brujería ante la demanda que habría por estos temas. El ciclo contó entre sus invitados especiales con un ex redactor de la revista ocultista "Kharma 7" y de la espiritista gallega Casandra, presidenta del Comité Científico del primer Congreso Internacional de Meigas. El estudio comportaba una excursión tras las huellas de las brujas "por el Aragón esotérico" [86]. En pleno siglo XX las barreras de horror frente a las brujas van cayendo y comienzan a ser vistas como algo normal.

Hoy "existen bares que cuentan con su bruja fija que practica el ocultismo a precios módicos mientras el cliente toma una copa". Por otra parte se informa que TVE presentará una serie de seis capítulos especialmente dedicados a las brujas. El director de producción, Pedro Olea, dice: "El mundo de las brujas me ha apasionado desde siempre." "Sabat" es el título de la serie y puede ser "un camino abierto para otros proyectos." [87]

 

c) Culto diabólico.— No obstante, dice "ABC", la costa mediterránea es una de las zonas preferidas por las organizaciones ocultistas, incluyendo aquellas que se dedican al más característico ritual demoníaco y que, por ello, "están siempre regidas por un exreligioso debido a que las misas negras, el culto satánico o los que realizan en sentido negativo sólo lo pueden hacer personas que han sido ordenadas". El periódico cita casos recientemente venidos a luz en localidades de Castellón. A ellos se refiere igualmente "El País" en un artículo especial. Por su parte, el diario "Las Provincias" de Valencia, publica informaciones más pormenorizadas precisando que el culto diabólico con misas negras se realiza, según denuncias hechas por vecinos de la región al diario "Mediterráneo" de Castellón, en las poblaciones castellonenses de Villarreal y Vall de Uxó, desde hace aproximadamente siete años. Los hechos han dado lugar a un expediente informativo, según señaló la policía municipal de Vall de Uxó [88].

Al salir a la luz del día el culto satanista, figuras que hasta hace poco causarían desprecio y horror se ven rodeadas de gran publicidad. "Época" dedicó un amplio reportaje a unas hechiceras, entre ellas a una protagonista de los encuentros de Pamplona, la bruja Sterella, que se proclama "la reina de las brujas de España". Es asombroso constatar que clases de personajes están siendo prestigiados. Para alcanzar esta posición de relieve en los bajos fondos de las tinieblas —cuenta "Época"— esta mujer renegó hace quince años de la fe católica, realizó varios viajes y estudios, sometiéndose a ritos iniciáticos.

Uno de esos rituales de iniciación de magia satánica promovido en Sudamérica no puede ser más repugnante, se haya o no realizado. Así lo describe la bruja: "Hay que beber el semen del macho cabrío y la sangre menstrual de la virgen que sacrificaban allí, hasta que, entre hierbas, músicas y tambores se llega al orgasmo colectivo." [89]

*   *   *

Ante estos hechos debemos constatar que no es extraño que se haga esta apología de lo monstruoso si se tiene en cuenta la psicocirugía a que viene siendo sometida la opinión pública. En efecto, cuando hay escuelas que no consideran asqueroso que los niños jueguen con sus propios excrementos, lo cual según los educadores "es importante, pues es su producto" [90]; cuando se propaga que la homosexualidad y el lesbianismo son perfectamente normales; cuando se da vía libre a toda especie de semanas eróticas, pornofilms, top-less y desnudismo; cuando se ofrecen espectáculos degradantes como el de las mujeres semidesnudas boxeando en medio del barro; cuando se dan premios oficiales a canciones horteras o al rock punk más degradante; cuando se patrocina la blasfemia y la obscenidad como manifestaciones de arte de vanguardia; cuando se elogia el incesto y se permite el crimen del aborto... ¿Puede sorprender que se termine exaltando al propio demonio?*

 

* La vuelta del demonio no se limita a España: "El Ayuntamiento de Turín aprobó el 20 de enero la celebración, a partir del próximo octubre, de una serie de congresos y una gigantesca exposición sobre satanismo. Para Turín, el año 1988 será el 'año de Satanás'. La motivación para las conmemoraciones fue leída en la sala del Concejo por el concejal para la Cultura, el socialista Marziano Marzano" ("Heraldo de Aragón", 24-1-1988).

 

3- La versión para el público en general

El terrorismo de blasfemias y el satanismo tienen por efecto aturdir, debilitar las resistencias y acostumbrar a estas aberraciones. El satanismo hoy por hoy no consigue muchos adeptos. Sin embargo, como sus propagandistas habitualmente prometen favores y ventajas a quienes entran en contacto con el mundo de las tinieblas, la sed de lucro del hombre contemporáneo le lleva a ver con interés las prácticas satánicas.

Además, esta agresión sacrílega y satanista es complementada por otra versión del mismo tema...

 

a) Hasta los "progresistas" se han puesto a hablar del demonio.— La revista progresista "Vida Nueva", que hace mucho había dejado en el tintero la existencia del Infierno, he aquí que, ante las noticias aparecidas últimamente sobre "este olvidado personaje", decidió dedicarle un reportaje especial. En la portada se podía leer el significativo titular: Vuelve el demonio. En dicho reportaje se pone en duda la naturaleza personal del demonio lo cual confunde a los católicos [91].

 

Nuestro Padre Jesús que se venera en la parroquia de San Pedro en Murcia. En junio de 1986 un joven penetró en el templo y tras rociarla con gasolina le prendió fuego.

« ¡Pueblo mío! ¿Qué te hice Yo? o ¿en qué te he contristado? Respóndeme.»

« ¿Qué más debía hacer por ti que no hiciese? Yo te planté como viña mía preciosísima: y tú te has hecho para mí muy amarga; pues en mi sed me diste a beber vinagre, y con lanza abriste el costado de tu Salvador.»

b) Aproximándose a la vida cotidiana.— Ahora bien, si se presta un poco de atención a los acontecimientos de estos últimos años se verá que, bajo apariencias más o menos diluidas, el tema se introduce en la vida cotidiana. En los carnavales, las caracterizaciones de demonios se multiplican, sus figuras se hacen cada vez más habituales en la televisión, en cuentos y en comics para niños e incluso en museos, como el de Cera de Barcelona, que dedicó al satanismo una "original exposición del diablo" con figuras y reproducciones fotográficas de diferentes épocas históricas. La época moderna incluía, entre otras cosas, la magia negra africana y los sex-shops [92]. Han surgido también numerosas publicaciones y revistas esotéricas de divulgación masiva*.

 

* Informa Ángeles García en "El País": "El llamado genero esotérico gana puestos día a día entre la preferencia de los consumidores de libros (...) Solamente en Madrid han abierto sus puertas casi una decena de librerías especializadas en este género, los grandes establecimientos le dedican secciones completas y han surgido más de media docena de editoriales encargadas de sacar a la luz los temas más ocultos (...) A lo largo de estos últimos años, los títulos han aumentado en proporción geométrica (...) En la Casa del Libro de Madrid, el responsable del departamento de filosofía, Fernando López, asegura que si hace ocho años contaban con 400 títulos en sus estanterías, actualmente disponen de más de 8.000 (...) Fernando López asegura que el auge es incuestionable y que los más solicitados son los manuales a través de los que el lector se puede convertir en un iniciado en el género" ("El País", 22-1-1988).

 

c) El teatro y el cine no podían faltar. — En San Sebastián se llevó al escenario, en septiembre de 1986, la comedia musical La belleza del diablo, patrocinada por el Ministerio de Cultura, en la que Adán y Eva "se encuentran a gusto fuera del Paraíso. Eva dispone de tres hombres —Adán, Caín y Abel— y los celos por la madre-hembra producen el conocido crimen". Al mismo tiempo, "Lucí", representando al demonio, "enseña, entretiene y educa", destaca con toda parsimonia Juanjo Guerenabarrena en "Ya". En el estreno de la obra en Madrid, la prensa notó entre otras caras conocidas la de Fernando Ledesma, ministro de Justicia [93].

En San Sebastián se anunció paralelamente el lanzamiento de Pasión lejana, el segundo largometraje del cineasta underground Jesús Garay. "Es una película muy extraña", comenta la actriz principal, Patricia Adriani. "Irene, mi personaje, es una cantante de rock con tendencias muy destructivas que se queda sin voz y a la que le aparecen estigmas. Es una especie de ángel caído que, en el fondo, utiliza a los hombres, aun cuando éstos crean que son ellos los que controlan la situación." [94]

En febrero de 1987 se estrenó en el teatro Olimpia de Madrid una ópera de Fernández Guerra y Leopoldo Alas titulada Sin demonio no hay fortuna [95].

 

d) En la política.— Tal es el relieve que en este liberar de energías de la revolución cultural van adquiriendo brujas, astrólogos, satanistas y demonios, que la cosa ya tiene reflejos inesperados en el propio ambiente de la Moncloa. Lejos están los tiempos del racionalismo incrédulo y positivista que desembocó en las persecuciones de la II República.

Alfonso Guerra, por ejemplo, aunque agnóstico confesado, inició su discurso electoral en la campaña de 1986 en Utrera al grito de "os habla un diablo", a lo que el público presente contestó con un aplauso delirante [96].

A su vez, según el diario "Ya", en "círculos íntimos de la Moncloa" no se esconden las consultas de Felipe González a un astrólogo. La noticia informa que "en la designación del 22 de junio como fecha para las pasadas elecciones intervino un astrólogo, que preparó un estudio sobre Felipe González en donde se comprobaba que el día le era propicio". El periódico advirtió asimismo que nadie se escandalizara, pues es práctica habitual entre los jefes de Estado de hoy solicitar los consejos de los astrólogos [97]. Y eso que al fin y al cabo estamos en el siglo de la cibernética...

 

e) En la prensa laica, reivindicación de derechos para el supremo marginado.— Pero las apologías del príncipe de las tinieblas —retóricas, metafóricas o directas, ¿quién lo sabe?— alcanzan ya ese fuero de ciudadanía que otorgan en el país oficial las páginas de la prensa. Curiosas apologías, que provienen precisamente de sectores que presumen de laicos y que utilizan muchas veces para ello una fachada literaria o artística.

A título de ejemplo veamos lo que dice Francisco Nieva en "ABC": "Ahora que los jesuitas afirman con toda seguridad que el demonio existe, yo ratifico esa evidencia porque al demonio se le palpa en nuestros semejantes. (...) ¿No podríamos afirmar que la vida es demasiado injusta con el demonio? (...) Lo que más me gusta en el demonio es lo seguro que se muestra en su sistema de ideas. Es un convencido con el que se puede tratar. (...) Ya no importa tanto que se haya equivocado, como todo el mundo. Es alguien soberanamente concreto. Por ello es rey. (...) Los hombres angélicos no tienen palabra. El demonio tiene sus razones para despreciarles. ¿Adónde voy yo, se dirá, con un ángel cambiante que me va a traicionar según le sopla el loco viento de Dios  [sic], que no se compromete en nada seguro. (...) ¡Ah, que sólo dejamos al demonio! Hace muy bien en desplegar sus dotes de conquistador, ofreciéndonos ideas y placeres concretos, apasionadas y totalizadoras opciones. Casi lo mejor que tenemos se lo debemos al demonio. (...) El demonio está condenado a sufrir injustamente. (...) A quien yo —sabiendo bien por qué— presento aquí mis respetos." [98]

También un artículo de "El País" se hizo eco de esta especie de campaña de derechos humanos en favor del supremo condenado, del máximo "oprimido", en torno al cual se procura crear un clima de compasión. Al demonio se le presenta en su eterna desgracia como el que viene a liberar al hombre de las exigencias del principio de contradicción y del peso de la conciencia moral: "Desde que el hombre (...) se vio atrapado por el sentido del deber, no ha hecho sino buscar la forma de sacudirse ese grajo que le picotea la nuca. Para ello ha creado múltiples escuelas de liberación. (...) Nadie ha tenido el coraje de ver en el infierno la gran escuela de liberación. Encontrar la libertad apurando la culpa hasta las últimas heces, desear el fuego eterno como una fuente de placer: he aquí la forma de salvación más moderna. ¿Acaso no buscamos la iluminación interior? Pues ahí está Belcebú en llamas." [99]

El tema tiene que entrar como sea. Salvador Garmendía, en el diario "Sur" de Málaga desenterró una comedia del siglo XVIII en la que el diablo aparece muy a tono con nuestra época como "un diablo enamorado, frágilmente humano, tramposo y avaro de placeres terrenales", que recurre a habilidades de travestí adoptando apariencias diversas, pero que al final "se aficiona con golosa humildad a los goces humanos y suplica a su víctima: Dime, al fin, si te es posible decir con la misma ternura que yo siento por ti: querido Belcebú, te adoro" [100].

*   *   *

De los recovecos de la revolución cultural ecuménica, asombrosa, tranquila y secularizadora... surge también este siniestro cortejo: el de los blasfemadores lúdicos —mejor diríamos cínicos— contra los Santos, los Ángeles, la Virgen Santísima y el mismo Dios, seguidos por los ocultistas y hechiceros que ya no temen aparecer a la luz del sol con el disfraz de la modernidad socialista. Como música de fondo se oye el contrapunto de los atentados sacrílegos, sistemáticos pero anónimos, que se repiten en intermitente pero rítmica cadencia. Al final del desfile de monstruosidades —que comienzan a ser vistas como algo banal— se oyen loas al ser monstruoso y errado por antonomasia, el cual es ensalzado ahora no sólo por brujos extravagantes, obsesionados con el culto satánico, sino por agnósticos y ateos, paladines del neosocialismo...

¿A qué viene todo esto y a dónde conducirá por fin?

 

- Historia del robo y hallazgo del Santísimo Sacramento en la Villa de Alcoy

La España del sí y del no ante las profanaciones y sacrilegios

Corría tranquilo el año de 1568, cuando un trágico suceso conmovió la pequeña ciudad de Alcoy. Muy temprano, como de costumbre, el P. Miquel Soler al abrir la iglesia aquel 30 de enero, se dio cuenta que el Santísimo había sido robado y que faltaban también algunos objetos sagrados. Creyendo que el ladrón no debía estar lejos, salió corriendo hacia la plaza gritando a grandes voces: «Devotos cristianos, buscad al Señor de todo el mundo, que nos lo han robado del sagrario.»

Hombres y mujeres, despertados por el alboroto salían de sus casas vestidos con las primeras prendas que hallaban a mano. Las campanas repicaban y los sollozos de todos se mezclaban con los lamentos y gritos de misericordia.

Sin pérdida de tiempo las autoridades civiles tomaron las medidas oportunas, animaron a todo el vecindario a la búsqueda y publicaron bandos ofreciendo una recompensa de treinta libras al que lograse recuperar lo robado.

No necesitaban estímulo material alguno para entregarse de lleno a la tarea. Dicen las actas notariales que sólo quedaron aquel día en Alcoy los sacerdotes, los monjes, las mujeres y unos veinte hombres que en su mayor parte sobrepasaban los setenta años. Hasta los niños, imitando a sus mayores, buscaban con ahínco inspeccionando los alrededores de la villa. La pequeña ciudad estaba cubierta por completo de duelo.

Dícese que el Rey Felipe II vistió luto al saber lo ocurrido.

El sábado, día 31, amaneció sin que se hubiera logrado ningún resultado. La gente recorría las calles hablando acaloradamente; estaban inquietos y levantiscos; pocos habían dormido aquella noche. Ante la infructuosa búsqueda por los alrededores cundió la idea de que el ladrón no fuese un forastero, como se creía, sino que se tratase de uno de los vecinos. Por ello empezaron a practicarse algunos registros en las casas de quienes levantaban ciertas sospechas.

Niño Jesús del Milagro

Fue así como Joan Esteve, un labriego muy estimado por su honradez, en la tarde del 31 de enero descubrió el Santísimo Sacramento y los objetos desaparecidos, escarbando en las caballerizas de un tal Prats. Todos los presentes no pudieron contener sus gritos de asombro y alegría, produciéndose enseguida un verdadero estruendo en la villa. El clamor de la gente que llevaba triunfalmente el Santísimo recién recuperado, y el repicar jubiloso de las campanas debieron de resonar lúgubremente en los oídos de Prats.

El acusado, que ya había sido anteriormente interrogado, no pudo esta vez negar su crimen y explicó con detalles cómo lo había cometido.

Durante el proceso que se siguió, el doctor Micer Margarit presentó, en nombre de la villa, la petición de que la sentencia se cumpliese, para mayor ejemplaridad, donde tuvo lugar el crimen.

«En pena de tanta culpa — relata la Célebre Centuria — le dieron con el suplicio de una horca, habiéndole cortado antes la mano atrevida» para escarmentar «con el miedo de la pena, a los que no les causa horror la malicia de la culpa.»

La mano fue clavada junto a la puerta de la Justicia y colocada en un enrejado. Posteriormente fue sustituida por una tallada en piedra.

San Juan de Ribera, obispo de Valencia, tras grandes esfuerzos fundó una nueva Orden de religiosas que se llamaría de Agustinas Descalzas y que tendría como objeto reparar aquel horrible sacrilegio. El monasterio fue edificado sobre la misma casa del ladrón y recibió el significativo nombre del Santo Sepulcro. En él se conservan los principales objetos relacionados con aquellos sucesos: la azada del labriego famoso; el traje que se le confeccionó para que lo usara en la procesión que desde entonces se realizaría todos los años; el haz de leña con que Prats disimuló el escondrijo y la milagrosa imagen del«Jesuset» que varió su posición milagrosamente indicando el lugar donde se hallaba enterrado el Santísimo.

Dado que el dichoso labriego se recusara a recibir la recompensa ofrecida, el Magnífico Consejo determinó que para que no quedase sin alguna compensación, «Joan Esteve durante toda la vida esté libre e inmune de todas las cargas y servidumbres vecinales de la presente Villa, y después de su muerte, su hijo mayor de nombre Esteve...» conservándose este privilegio a través de las generaciones.

*   *   *

Actual comunidad de Agustinas Descalzas

En otros tiempos... un solo sacrilegio hizo que un Rey vistiera luto, un santo fundase una orden religiosa y toda una población se conmocionara... atrayendo la misericordia divina. Hoy, en cambio…

 

 [Extractado del serio y documentado estudio de Rogelio Sanchís Llorens, Cronista Oficial de Alcoy: «Alcoy y su monasterio del Santo Sepulcro» Alcoy 1968.

 

 


 

ANEXOS:

- Profanaciones y sacrilegios

- La revolución de la blasfemia en la vida cotidiana

- La televisión descristianizadora

 



NOTAS

 

[29] "El Alcázar",18-5-1984; "Ideal",23-5-1984.

[30] "El Público", octubre 1983 pp. 5 ss.

[31] Ibídem.

[32] "Ya", 15-5-1984.

[33] "El País", 16-5-1984; "Ya", 15-5-1984.

[34] "Ideal", 24-5-1984.

[35] Según grabación en cinta magnetofónica en nuestro poder.

[36] "ABC", 18-5-1984.

[37] "Ideal", 30-5-1984.

[38] "Ideal", 24, 28, 29 y 30-5-1984.

[39] "El Alcázar",18-5-1984.

[40] "El País", 21-5-1984.

[41] "ABC", 22-4-1984, 25-4-1984; "El País", 5-5-1984; Cuadernos "El Público", n° 4, mayo de 1985, pp.70-71; "La Vanguardia", 19-9-1984.

[42] 42 "ABC", 25-4-1984, 27-8-1984 y 28-2-1985; "El Adelanto", 8-8-1984; "El Correo Español — El Pueblo Vasco", 3-8-1984; "Diario 16", 23-2-1985; "El País", 14-1-1985; "Las Provincias", 22-11-1984; "La Vanguardia", 19-9-1984; "Ya", 26-8-1984.

[43] "ABC", 22-4-1984.

[44] Cuadernos "El Público", n° 4, mayo de1985, p. 71.

[45] "ABC", 22-4-1984.

[46] "ABC", 25-4-1984; "El Alcázar", 23-1-1985; "Diario16", 23-2-1985; 1985; "El País", 6-8-1984, 8-8-1984, 14-1-1985.

[47] "ABC, 25-4-1984, 31-7-1984, 27-8-1984, 20-9-1984, 28-2-1985; "Diario 16", 23, 25 y26-2-1985; "El Correo Español — El Pueblo Vasco", 3-8-1984; "Diario 16" (Andalucía), 15-8-1984; "El País", 5-5-1984, 6-8-1984, 8-8-1984, 14-1-1985; "Las Provincias", 4-8-1984; 7-8-1984; "Ya", 26-8-1984. Cfr. también "El Adelanto", 8-8-1984.

[48] "Heraldo de Aragón", 18-9-1984.

[49] "ABC", 10-11-1984.

[50] "Heraldo de Aragón", 23-9-1984.

[51] "La Vanguardia” 19-9-1984.

[52] "ABC", 3-7-1985; "Covadonga Informa", abril de 1985.

[53] "ABC", 16-6-1985; "Diario 16", 18-6-1985.

[54] "El Alcázar", 16-6-1985.

[55] 55 "El Alcázar", 6-7-1985."El Alcázar", 6-7-1985.

[56] "El País", 11-8-1985.

[57] "Ideal", 30-5-1984.

[58] "El Adelanto", 8-8-1984.

[59] "Ya", 21-6-1985.

[60] "ABC", 21-6-1985; "El Alcázar", 20-6-1985; "Ya", 20-6-1985.

[61] "Ya", 18-6-1985.

[62] "El País", 28 y 30-10-1985.

[63] "ABC", 11-8-1986;"El Alcázar", 16-8-1986; "Covadonga Informa", n° 106, agosto-septiembre de1986.

[64] "ABC", 2 y 4-8-1986.

[65] "ABC", 2-8-1986.

[66] "ABC", 11-8-1986.

[67] "El Alcázar", 16 y27-8-1986.

[68] "El Día", 21-8-1986; "El País", 20-8-1986.

[69] "ABC", 1-9-1986.

[70] "El País", 4-8-1986.

[71] "El Día", 6-8-1986; "El Público", octubre de 1986.

[72] "El Alcázar", 10-3-1987; "El País", 6 y 8-8-1986; "El Público", octubre de1986.

[73] "El Público", octubre de 1986, pp. 45-47.

[74] "El Alcázar", 10-3-1987; "El País", 8-8-1986; "El Público", octubre de 1986.

[75] "El Público", octubre de 1986.

[76] "El País", 8-8-1986.

[77] "ABC", 8-10-1986; "El País", 6-8-1986.

[78] "ABC", 25-5-1987; "El Alcázar", 10-3-1987.

[79] "El Alcázar", 10-3-1987, 14-3-1987; "El País", 27-2-1987.

[80] Los Domingos de "ABC", 16-3-1986; "Villa de Madrid", 1-10-1984.

[81] "Diario 16", 25-6-1986; "Heraldo de Aragón", 3-11-1983.

[82] "ABC", 6-8-1986; "El País", 30-6-1986.

[83] "Heraldo de Aragón", 31-8-1987.

[84] "ABC", 6-8-1986, 21-10-1986, 31-10-1986; "Ya", 4-11-1986.

[85] "ABC", 27-9-1986, 21 y 31-10-1986, 2, 8 y 11-11-1986.

[86] "El Día", 31-3-1987.

[87] "El País", 20-11-1987; "Ya", 12-1-1988.

[88] "ABC", 28-1-1987; "El País", 25-1-1987; "Las Provincias", 20-1-1987.

[89] "Época", 3-11-1986.

[90] Cfr. Educación sexual en la escuela, p.20.

[91] "Vida Nueva", 5-7-1986.

[92] "ABC", 28-9-1986; "El Alcázar", 8-11-1986.

[93] "ABC", 7-8-1986; 12-9-1986; "El País”, 14-9-1986; "Ya", 15-9-1986.

[94] "Diario 16", 25-9-1986.

[95] "ABC", 23-2-1987; "El País", 21-2-1987

[96] "El Alcázar", 10-6-1986.

[97] "Ya", 23-8-1986.

[98] “ABC”, 4-5-1986.

[99] “El País”, 1-7-1986.

[100] “Sur”, 6-8-1986.