Estatua de San Pedro (en la basílica del mismo nombre, en el Vaticano)
El 19 de marzo de 1937, sólo tres días después de la Mit brennender Sorge, Pío XI condenaba solemnemente también al comunismo por medio de la Encíclica Divini Redemptoris. Al lado del nacional socialismo, el comunismo representaba el otro enemigo continuamente denunciado por “O Legionário”, sobre todo después que la guerra civil en España 71 mostró al mundo su auténtica faz, la de una “llama de odio” y de “feroz persecución” 72. “Lo que en España se discute, es si el Mundo debe ser gobernado por Jesucristo o por Karl Marx. Toda la civilización católica, todos los principios de moral, todas las tradiciones, todas las instituciones de que se enorgullecen los occidentales desaparecerán irremediablemente si vence el comunismo” 73. “Un día llegará en que, sobre los escombros del hitlerismo, del comunismo, del obregonismo mexicano, preguntaremos triunfantes: Calles, Hitler, Lenín, Stalin, Lunacharski, ¿dónde estáis? Y sólo nos responderá el silencio de las tumbas” 74.
Pero la crítica de Plinio Corrêa de Oliveira al totalitarismo era bien diferente de la posición individualista y liberal, que participaba de los mismos errores que pretendía denunciar. El liberalismo, en plena decadencia, nunca habría podido constituir una auténtica alternativa frente al nazismo o al comunismo.
“Tanto el error liberal de conceder libertad al bien y al mal, cuanto el error totalitario de oprimir igualmente al bien y al mal, son graves y proceden de la misma raíz. En presencia de la Verdad que es la Iglesia, tanto el Estado liberal cuanto el Estado totalitario toman una actitud idéntica a la de Pilatos, preguntando «quid est veritas?» «¿qué es la Verdad?». El agnosticismo, el indiferentismo entre la Verdad y el error, el Bien y el mal, es siempre una fuente de injusticias. Y el católico no puede pactar ni con una ni con otra cosa” 75.
“Quien hipertrofia el papel del Estado será necesariamente socialista, cualesquiera que sean las máscaras que procure ajustar al rostro. Y el fondo de la vertiente socialista es el comunismo. Quien hipertrofia los derechos del individuo o de los otros grupos será necesariamente individualista, y el fondo de esa vertiente es la anarquía.
“De la anarquía completa, que sería el nihilismo, o de la anarquía estable y organizada que es el totalitarismo, debemos libertarnos formando para nosotros una conciencia católica vigorosa y firme en la cual no haya lugar para complacencias con errores de ningún jaez” 76.
“Los católicos deben ser anticomunistas, antinazis, antiliberales, antisocialistas, antimasónicos, etc…, porque son católicos” 77.
En el Brasil, desde 1933, había comenzado a desarrollarse el movimiento “integralista”, fundado por Plinio Salgado 78, con sus “camisas verdes” que imitaban las milicias del fascismo europeo. Su líder, partiendo de la premisa de que “el progreso del espíritu humano se realiza al ritmo de las revoluciones”, definía su concepción como una “revolución integral” 79 y proponía una reorganización del Brasil sobre el modelo de un Estado sindical-corporativo, similar al de Mussolini y Oliveira Salazar.
El integralismo, que se pretendía anticomunista y antiliberal, tenía en común con el liberalismo un substancial agnosticismo 80. “El integralismo, pues, no es católico ni anticatólico. Teísta como es, considera a través de un prisma de pretendida neutralidad todas las religiones” 81. Frente a lo que ya entonces definía como “falsa derecha”, Plinio Corrêa de Oliveira reafirmaba que el catolicismo auténtico era la única solución 82.
Un juicio igualmente negativo fue expresado por Plinio Corrêa de Oliveira en relación al fascismo, que contaba entonces con un gran número de adeptos y simpatizantes en el Brasil, incluso entre los católicos y hasta en el mismo clero. Si bien en 1929 Pío XI había firmado con Mussolini el Tratado de Letrán, con la Encíclica Non abbiamo bisogno del 29 de junio de 1931 83 el Papa criticaba abiertamente las tendencias totalitarias del régimen y declaraba ilícito el juramento de fidelidad al Duce y a la “Revolución fascista”. Las críticas de Plinio Corrêa de Oliveira a la doctrina estatolátrica del régimen fascista eran análogas a las del Pontífice 84. Él verificaba, sin embargo, que “en la práctica, más de una vez, Mussolini se ha apartado de esa doctrina” 85; y en ese distanciamiento radica “uno de sus grandes méritos” 86, como sucedió con la firma del Tratado de Letrán 87.
Desde 1937 él observó con creciente preocupación la progresiva radicalización del fascismo en su tendencia totalitaria y su deslizamiento hacia el nazismo 88, hasta entonces obstado por la presencia de la Monarquía y, sobre todo, por la del Papado. Las críticas del Dr. Plinio provocaron una cierta reacción entre los católicos de origen italiano residentes en el Brasil, que pretendieron ver en esos artículos un ataque a su país 89. A estos objetantes él respondió:
“El «Legionário» estará siempre al lado del Papa. Por eso mismo nunca estará contra Italia. Porque la causa de la Italia auténtica, de la Italia del Dante, de San Francisco de Asís y de Santo Tomás, nunca podrá ser disociada de la causa del Papado” 90.
No es fácil comprender hoy todo el alcance de la independencia intelectual de Plinio Corrêa de Oliveira, frente al conformismo de aquellos que Jean-Louis Loubet del Bayle definiera como “los anticonformistas de los años 30” 91, en momentos en que la intelligentsia europea se dejaba imantar por la estrella roja del Kremlim o por el “fascismo inmenso y rojo” cantado por Roberto Brasillach 92. En la izquierda, celebraban los fastos del humanismo soviético los franceses Romain Rolland, Louis Aragon, André Malraux, André Gide, los alemanes Heinrich Mann y Bertolt Brecht, los ingleses Aldous Huxley y E. M. Forster 93. Se alinearon con el fascismo y el nazismo otros conocidos intelectuales como Giovanni Gentile, Ezra Pound, Pierre Drieu-La Rochelle, Carl Schmitt, Martin Heidegger.
Notas:
71 Sobre la guerra civil española cfr. LÉON DE PONCINS, Histoire secrète de la Révolution espagnole, G. Beauchesne, París, 1938; JOSÉ M. SÁNCHEZ, The Spanish civil war as a Religious tragedy, University of Notre Dame Press, Notre Dame (Indiana), 1987; MARIO TEDESCHI (ed.), Chiesa Cattolica e guerra civile in Spagna, Guida, Nápoles, 1989; JAVIER TUSELL GENOVEVA GARCÍA QUEIPO DE LLANO, El catolicismo mundial y la guerra de España, BAC, Madrid, 1992.
72 PÍO XI, Alocución a los refugiados españoles del 14 de septiembre de 1936, in IP, vol. V (1958), La pace internazionale, cit., p. 223.
73 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Reflexões em torno da Revolução Hespanhola, in “O Legionário”, Nº 224, 27 de diciembre de 1936.
74 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, À margem dos factos, in “O Legionário”, Nº 187, 22 de diciembre de 1935.
75 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, A liberdade da Igreja no dia de amanhã, in “O Legionário”, Nº 549, 14 de febrero de 1943.
76 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Comunismo, in “O Legionário”, Nº 552, 7 de marzo de 1943.
77 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Pela grandeza e liberdade da Ação Católica, in “O Legionário”, Nº 331, 13 de enero de 1939.
78 Plinio Salgado (1895-1975), después de haberse dejado fascinar en su juventud por el materialismo histórico y por el modelo de Bismarck, en los años 20 participó en la “revolución estética” del modernismo, haciéndose un nombre como novelista y literato de tendencia nacionalista. Elegido diputado por el Estado de São Paulo en 1928, apoyó en 1930 la candidatura de Julio Prestes contra Getulio Vargas. Después de difundir un Manifesto de la Legión Revolucionaria (1931), a comienzos de 1932 fundó la Sociedad de Estudios Politicos (SEP) y en octubre del mismo año el “movimento integralista” brasileño (AIB) del que fue “jefe nacional” hasta su disolución por disposición de Vargas, el 2 de diciembre de 1937. Exiliado en Portugal desde 1939 hasta 1945, a su regreso al Brasil volvió a la vida política, sin alcanzar nunca el papel de primer plano que habría ambicionado. Cfr. la palabra “Salgado” en PAULO BRANDI LEDA SOARES, in DHBB, vol. IV, pp. 3051-3061. Sobre el “integralismo” cfr. además HELGIO TRINDADE, Integralismo. O fascismo brasileiro na década de 30, Difel, São Paulo, 1979, 2a. ed.; ID., La tentative Fasciste au Brésil dans les années trente, Éditions de la Maison des Sciences de l’Homme, París, 1988; ID., “Integralismo”, in DHBB, vol. II, pp. 1621-1628.
79 H. TRINDADE, Integralismo, cit., p. 1624.
80 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, E porque não o Catolicismo?, in “O Legionário”, Nº 189, 19 de enero de 1936; ID., À margem de uma critica, in “O Legionário”, Nº 153, 2 de setiembre de 1934. “Al contrario del Estado liberal, el integralista «afirma el espíritu». Sin embargo, no osa romper de una buena vez con el peor de los preconceptos liberales: el agnosticismo oficial” (ibid.). Cfr. también Três rumos…, in “O Legionário”, Nº 157, 28 de octubre de 1934; Extremismos, in “O Legionário”, Nº 160, 9 de diciembre de 1934.
81 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Na expectativa, in “O Legionário”, Nº 206, 23 de agosto de 1936.
82 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, E porque não o Catolicismo?, cit.
83 PÍO XI, Encíclica Non abbiamo bisogno del 29 de junio de 1931 in I. GIORDANI, Le encicliche sociali dei Papi, cit., pp. 353-374. Cfr. también PIETRO SCOPPOLA, La Chiesa e il fascismo. Documenti e interpretazioni, Laterza, Bari, 1971, pp. 264-270; GIANNI VANNONI, Massoneria, Fascismo e Chiesa cattolica, Laterza, Roma-Bari, 1979.
84 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Mussolini, in “O Legionário”, Nº 241, 25 de abril de 1937; Mussolini e o nazismo, in “O Legionário”, Nº 296, 15 de mayo de 1938.
85 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Mussolini, cit. La distinción de Plinio Corrêa de Oliveira entre doctrina y práctica del fascismo parece tener cierta analogía con la hecha por el historiador Renzo De Felice entre “fascismo régimen” y “fascismo movimiento”. “El fascismo régimen ha hecho la Conciliación, pero el fascismo movimiento ha sido anticlerical, ha estado en clara oposición a los valores más profundos del cristianismo” (R. DE FELICE, Intervista sul fascismo, a cargo de MICHAEL A. LEDEEN, Laterza, Roma-Bari, 1975, p. 104). Del mismo De Felice, cfr. la monumental biografía de Mussolini, especialmente los volúmenes dedicados a Il Mussolini, Duce (Einaudi, Turín, 1974-1976).
86 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Mussolini, cit.
87 Sobre el Tratado de Letrán cfr. PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Fides Intrepida, in “O Legionário”, Nº 50, 12 de enero de 1930; Date a Césare, Nº 52, 9 de febrero de 1930; No X.º aniversario do tratado de Latrão, in “O Legionário” Nº 335, 12 de febrero de 1939. “El fascismo fue un pésimo régimen. El Tratado de Letrán produjo resultados inestimables para la Iglesia y para Italia” (PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, A Questão romana, in “O Legionário”, Nº 603, 27 de febrero de 1944).
88 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, A Italia em via de ser nazificada?, in “O Legionário”, Nº 306, 24 de julio de 1938; Para onde caminha o fascismo?, in “O Legionário”, Nº 308, 7 de agosto de 1938; Ainda o fascismo, Nº 330, 8 de enero de 1939.
89 El 27 de enero de 1939 murió en São Paulo el Conde Rodolfo Crespi, que quiso ser sepultado con la camisa negra y que dejó 500.000 cruzeiros a Mussolini.
90 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, O exemplo dos russos brancos, in “O Legionário”, Nº 322, 22 de enero de 1939.
91 JEAN-LOUIS LOUBET DEL BAYLE, Les non-conformistes des années ‘30, Editions du Seuil, París, 1969. Cfr. también R. RÉMOND, Les catholiques dans la France des années 30, Editions Cana, París, 1979.
92 BERNARD GEORGE, Brasillach, Editions Universitaires, París, 1968, pp. 99-100.
93 Cfr. F. FURET, Le passé d’une illusion, cit., pp. 185-356.