Cap. V, 2. Nuevos métodos de apostolado

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Lo que caracterizó de manera inconfundible a la TFP brasileña, como a las otras TFPs surgidas en el mundo inspiradas por Plinio Corrêa de Oliveira, no fue sólo la coherencia de la visión católica del universo, sino también la sorprendente novedad de los métodos de apostolado.
Desde los comienzos de su actuación, la TFP tuvo que luchar contra la conspiración del silencio impuesta a sus iniciativas por los medios de comunicación. Para llegar directamente a la opinión pública, Plinio Corrêa de Oliveira concibió la idea de realizar grandes campañas públicas en las que los jóvenes de la TFP, por medio del uso de megáfonos, pancartas, slogans y músicas, pudiesen atraer la atención de las personas en las calles. El 30 de marzo de 1965, en el “Viaduto do Chá”, la arteria de mayor movimiento de São Paulo, hicieron su primera aparición los grandes estandartes rojos con el león rampante, a los que en 1969 seguirían las capas rojas, ideadas por el propio doctor Plinio. Estos estandartes y capas distinguen hoy, en todo el mundo, el apostolado público de la TFP. Plinio Corrêa de Oliveira siempre resaltó la importancia de este apostolado mediante símbolos, tales como el estandarte, que “produce sobre la opinión pública un choque vivificante y saludable que simboliza la contraofensiva del bien” 12.
En el proceso de conversión, además del factor lógico, intervienen el psicológico y el sobrenatural, ya que sobre todo es la gracia de Dios la que obra en el alma del hombre para atraerlo hacia la adhesión a la verdad y a la práctica de la virtud. En efecto, es a través del “choque” producido por la gracia que se verifica el pasaje del “hombre viejo” al “hombre nuevo” del que habla San Pablo en sus Epístolas 13.
Don Chautard enseña cómo toda institución católica digna de este nombre debe ser penetrada por la vida interior, que es la condición de la fecundidad de la acción 14. El gran desarrollo de las actividades externas hizo nacer en los militantes de la TFP el deseo de ambientes particularmente recogidos, para constituir contrafuertes espirituales que impidiesen caer en excesos de actividad. Nacieron así, junto a las sedes tradicionales, los “éremos” 15, lugares de estudio y de oración caracterizados por un mayor recogimiento y por una regla de vida precisa.
La constitución de ambientes en los cuales se pudiese respirar una atmósfera impregnada de seriedad y de espíritu sobrenatural correspondía a la exigencia, siempre remarcada por el doctor Plinio, de combatir la Revolución no sólo en el plano de las ideas, sino también en un plano más profundo, el de las tendencias. En esta misma perspectiva, en el momento histórico en que la Revolución se difundía a través del tipo humano de los hippies y de los punks, él ideó “hábitos de ceremonia” propios caracterizados por el escapulario del Carmen y la cruz de Santiago, cuyo simbolismo es análogo al de las capas rojas usadas en las actividades públicas. Estos hábitos, que por su diseño original no pueden ser comparados ni a los tradicionales hábitos religiosos, ni mucho menos a los uniformes militares, son usados en circunstancias particulares para expresar un espíritu caballeresco opuesto a la degradación moral moderna.
Entre los nuevos medios de propaganda, el doctor Plinio concibió también las “caravanas”, formadas por grupos de jóvenes militantes, que realizan el apostolado “itinerante” de un extremo al otro del inmenso país. Esas caravanas recorrieron, entre 1970 a 1995, un total de 5.031.360 kms, realizando 23.199 campañas en ciudades de todos los Estados de Brasil y difundiendo 1.741.080 publicaciones editadas por la asociación. Se trata de un instrumento de propaganda absolutamente nuevo, que permite el contacto con el gran público eludiendo el filtro de los mass media. Las tiradas de las obras difundidas, enormes para América Latina, confirman la eficacia de la iniciativa del doctor Plinio.
La TFP promovió regularmente, durante años, Semanas de Estudio de Formación Anticomunista (SEFACs) en las cuales, con conferencias acompañadas de audiovisuales, se desarrolló una crítica del comunismo, exponiéndose con claridad la doctrina católica opuesta a este. Dichos cursos de formación han constituido, para jóvenes provenientes de Brasil y de todas partes del mundo, una preciosa ocasión para conocerse, intercambiar opiniones y convivir en una atmósfera fraternal.
Por fin, al lado de las actividades de los militantes en sentido estricto, llamados socios y cooperadores, una nueva forma de apostolado comenzó a difundirse en la TFP en los últimos años: la de los corresponsales-esclarecedores 16, que divulgan los ideales contra-revolucionarios en el interior de los ambientes familiares y profesionales en que viven.
A fines de los años 80, a través de la moderna técnica del direct-mailing, que permite entrar en contacto epistolar con decenas de miles de corresponsales, las TFP se han dotado de nuevos y eficaces instrumentos de apostolado. Algunas campañas llevadas a cabo por los corresponsales lograron crear auténticos movimientos de opinión y cambiar radicalmente la situación en varios campos.

 

Notas:

12 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Obstáculo à corrida para o caos, in “Catolicismo”, Nº 517, enero de 1994. Según enseña la Historia, señala Plinio Corrêa de Oliveira, “parece que las grandes conversiones se dan la mayoría de las veces por un lance de alma fulminante, provocado por la gracia a propósito de cualquier hecho interno o externo” (Revolución y Contra-Revolución, cit., p. 108).

13 Ef., 4, 21-24.

14 Don J.B.CHAUTARD, L’âme de tout apostolat, cit., pp. 52-56.

15 La palabra “éremo” se debe a Fábio Vidigal Xavier da Silveira, dirigente de la TFP brasileña, fallecido en 1971. Algunos años antes de su muerte, visitando el célebre Eremo delle Carceri, en Asís, él se había entusiasmado con el espíritu sobrenatural que lo impregnaba y había aplicado el uso de esta palabra, en el lenguaje familiar, a la sede en que trabajaba.

16 El propio Plinio Corrêa de Oliveira así definió el papel de los corresponsales-esclarecedores: “Nuestros corresponsales poseen la misión de luchar en esta gran batalla de la opinión pública, con su ejemplo, su conducta, con todo aquello que trasluce su modo de ser católico. Y es esto lo que un verdadero contra-revolucionario debe hacer y decir, avanzando contra la ola de perdición que viene destrozando el mundo entero. Nosotros estamos haciendo eso. Debemos dar siempre el buen ejemplo, repetir la buena palabra, saber proclamar alto nuestros ideales y levantar alto nuestro estandarte” (Encuentro con los Corresponsales del 7 de septiembre de 1989).

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