La muerte de Pío XII y la elección de Juan XXIII, en octubre de 1958, marcaron un histórico viraje. El pontificado del Papa Roncalli inauguró un nuevo estilo de gobierno, “totalmente inusitado en el desempeño del cargo papal en los dos últimos siglos” 12. Entre los primeros actos del pontificado estuvieron la ampliación del Colegio Cardenalicio y el nombramiento de nuevos purpurados, cuyo número había sido fijado en 70 por Sixto V. Causó cierto estupor que el primero de la lista fuera el Arzobispo de Milán, Mons. Juan Bautista Montini, cuyo alejamiento de Roma había sido visto como un castigo, debido a una fuerte divergencia de ideas con Pío XII 13.
El 25 de enero de 1959, en el monasterio benedictino de San Pablo extramuros, Juan XXIII comunicó a los Cardenales presentes y al mundo entero su determinación de convocar un Concilio Ecuménico. El anuncio “tuvo el efecto de un toque de fanfarria dentro, y tal vez aún más, fuera de la Iglesia” 14.
Al día siguiente, en un Mensaje a la diócesis de Milán, el Cardenal Montini saludó con entusiasmo el acontecimiento: “Este Concilio será el mayor que la Iglesia haya celebrado jamás en sus veinte siglos de historia, por la confluencia espiritual y numérica, en la unidad total y pacífica de su jerarquía; será el mayor por la catolicidad de sus dimensiones, alcanzando verdaderamente a todo el mundo geográfico y civil. La historia se abre con visiones inmensas y seculares a nuestras miradas” 15.
Notas:
12 DANIELE MENOZZI, La Chiesa cattolica e la secolarizzazione, Einaudi, Turín, 1993, p. 174.
13 SILVIO TRAMONTIN, Un secolo di storia della Chiesa, Studium, Roma, 1989, vol. II, p. 259. Mons. Hubert Jedin, a su vez, define como “sorprendente” el nombramiento de Mons. Montini, el 1º de noviembre de 1954, para Arzobispo de Milán, como sucesor del Cardenal Schuster (Il Concilio Vaticano II, in HKG, tr. it., vol. X, 1, p. 123).
14 H. JEDIN, Il Concilio Vaticano II, cit., p. 108.
15 J. B. MONTINI, Discorsi e scritti sul Concilio (1959-1963), comp. A. RIMOLDI, Quaderni dell’Istituto Paolo VI, Brescia-Roma, 1983, p. 25.