Cap. VII, 12. Rumbo al siglo del inmenso triunfo

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Imagen majestuosa y milagrosa de la Virgen del Buen Suceso, Quito (Ecuador

 

La teología de la historia de Plinio Corrêa de Oliveira se sitúa, por lo tanto, en el cauce de la más ortodoxa doctrina de la Iglesia, con un acento eminentemente montfortiano. Ella brota de una profunda especulación teológica y de una piedad mariana todavía más profunda, que lo llevó a desear ardientemente, pero también a entrever proféticamente, el Reino de María anunciado por S. Luis de Montfort y previsto por la misma Santísima Virgen en Fátima, entendido por el Dr. Plinio como “una era histórica de fe y de virtud que será inaugurada por una victoria espectacular de Nuestra Señora sobre la Revolución”, una época en la cual “el demonio será expulsado y volverá a los antros infernales y Nuestra Señora reinará sobre la humanidad por medio de las instituciones que para esto escogió” 147.
Hasta el último día de su vida, el Dr. Plinio procuró infundir a sus discípulos un amor ardiente a Nuestra Señora y la confianza en su triunfo. Las ruinas de la Cristiandad, a las que había dedicado su vida, le aparecían esplendorosas y transfiguradas, en la víspera del siglo XXI, el primer siglo del Tercer Milenio.
“Más allá de la tristeza y de los castigos sumamente probables, hacia los cuales caminamos, nos esperan los resplandores sacrales de la aurora del Reino de María: «Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará». Es la perspectiva grandiosa de la victoria universal del Corazón regio y materno de la Santísima Virgen. Es una promesa apaciguadora, atrayente y, sobre todo, majestuosa y entusiasmante” 148.
Al pensador y hombre de acción brasileño bien se puede aplicar lo que un mariólogo contemporáneo escribe de Montfort:
“Si el criterio más seguro para verificar si alguien es profeta es «la realización de su profecía», es decir «el veredicto de la Historia» (W. Vogels), hoy es necesario decir que la Historia avanza en el sentido previsto por Montfort” 149.
Cuando el siglo XX llega a su término, las palabras con que Plinio Corrêa de Oliveira, en uno de sus más célebres artículos, resumía su visión del futuro, iluminan con una luz trágica, pero cargada de esperanza sobrenatural, el giro histórico del Tercer Milenio:
“La guerra, la muerte y el pecado se están presentando para devastar nuevamente el mundo, esta vez en proporciones mayores que nunca. En 1513, el talento incomparable de Durero los representó bajo la forma de un caballero que parte para la guerra, revestido de armadura completa, y acompañado de la muerte y del pecado, este último personificado por un unicornio. Europa, entonces ya sumergida en las agitaciones que precedieron la Seudo-Reforma, se encaminaba para la era trágica de las guerras religiosas, políticas y sociales que el protestantismo desencadenó.
“La próxima guerra, sin ser explícita y directamente una guerra de Religión, afectará de tal manera los sagrados intereses de la Iglesia que un verdadero católico no puede dejar de ver en ella, principalmente, el aspecto religioso. Y la mortandad que se desencadenará será, por cierto, incomparablemente más devastadora que la de los siglos anteriores.
¿Quién vencerá? ¿La Iglesia?
No son rosadas las nubes que tenemos delante de nosotros. Pero una certeza invencible nos anima, de que no sólo la Iglesia —como es obvio dada la promesa divina— no desaparecerá, sino que obtendrá en nuestros días un triunfo mayor que el de Lepanto.(…)
“¿Cómo? ¿Cuándo? El futuro a Dios pertenece. Muchas causas de tristeza y aprensión se colocan delante de nuestros ojos, incluso al mirar hacia algunos hermanos en la fe. Al calor de la lucha, es posible y hasta probable que tengamos terribles defecciones. Pero es bien cierto que el Espíritu Santo continúa suscitando en la Iglesia admirables e indomables energías espirituales de Fe, pureza, obediencia y dedicación que en el momento oportuno cubrirán de gloria, una vez más, el nombre cristiano.
“El siglo XX será, no sólo el siglo de la gran lucha, sino sobre todo el siglo del inmenso triunfo” 150.

 

Notas:

147 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Prólogo a la edición argentina de Revolución y Contra-Revolución, cit., p. 31.

148 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, Fátima numa visão de conjunto, prefacio a A. A. BORELLI MACHADO, cit., pp. 16-17.

149 S. DE FIORES S.M.M., Le Saint-Esprit et Marie dans les derniers temps selon Grignion de Montfort, in “Études Mariales” (1986), número monográfico dedicado a Marie et la fin des temps, vol. III, Approche historico-théologique, p. 156 (pp. 133-171). “Montfort se demuestra hombre abierto a los grandes horizontes de la historia de la salvación y vuelto hacia el futuro. Sobre las bases —desigualmente sólidas— de las revelaciones privadas, de la Biblia y de su carisma teológico-profético personal, él ve los últimos tiempos como «reino del Espíritu del Padre y del Hijo» y —por primera vez en la tradición católica— sitúa la devoción mariana en la perspectiva de la segunda venida de Jesucristo” (ibid., p. 160).

150 PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA, O século da guerra, da morte e do pecado, in “Catolicismo”, Nº 2, febrero de 1951.

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