Carta del mundialmente conocido Padre Antonio Padre Royo Marín OP: “Plinio Corrêa de Oliveira, notable como pensador, escritor y hombre de acción, justifica enteramente en el contacto personal la impresión que causa el estudio atento de su vida y de sus obras”

La Vanguardia, Barcelona, 27 de Julio de 1995

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Madrid, 20 de julio de 1995

Fiesta de San Elías

Sr. D.

José Francisco Hernández Medina

Presidente de TFP-Covadonga

MADRID

Querido amigo:

Me han llegado de no pocas fuentes ecos de acusaciones gravísimas contra la TFP. Por ello me creo obligado a manifestarle lo que pienso sinceramente sobre ella.

Las personalidades de la TFP

Conozco desde hace más de diez años a esa notable entidad, y con meticulosa atención vengo observando su actuación en el panorama de nuestra patria. Al mismo tiempo, he hablado asiduamente con sus dirigentes y con muchos de sus socios, y he tenido con ellos dilatados y apacibles contactos sobre temas de actualidad religiosa y cultural, tanto de la española como de la internacional.

Múltiples circunstancias me han proporcionado la oportunidad de conocer a fondo la TFP y a varios de sus principales colaboradores internacionales, como también su organización, su funcionamiento, sus luchas, su expansión y sus victorias. Todos ellos son católicos practicantes en grado superlativo. Con su Misa, Comunión diaria, rezo íntegro de los 15 Misterios del Rosario y otras prácticas de piedad, todas ellas tradicionales y de uso común en la Santa Iglesia Católica. No practican ninguna ceremonia rara u obsoleta, todas coinciden con el más auténtico espíritu católico, apostólico, romano. Sienten una gran veneración por el Romano Pontífice a quien consideran como Vicario de Cristo y de su supremo representante en el mundo. Es entrañable la devoción a la Virgen María y están convencidos de que finalmente triunfará en el mundo entero su Corazón Inmaculado, como lo prometió en Fátima.

Señalo también, con particular alegría, que he tenido ocasión de conocer personalmente al gran fundador y mentor de la más antigua de las TFPs, es decir, la brasileña. El profesor Plinio Corrêa de Oliveira, notable como pensador, escritor y hombre de acción, justifica enteramente en el contacto personal la impresión que causa el estudio atento de su vida y de sus obras. Su simple presencia como figura de relieve de la vasta familia de las 26 TFPs que existen en los cinco continentes, es una garantía insuperable de fidelidad a la Santa Iglesia y a la Santa Sede, de las cuales es ardiente devoto. Al mencionarle, no puedo olvidar la figura, inseparable de la suya, de quien es, al mismo tiempo, su amigo filial, un colaborador de primera plana, un auxiliar en la dirección de tantas y tantas de sus iniciativas. Me refiero a mi querido amigo D. Juan Clá, quien, a todas estas cualidades une también la de ser un insuperable formador de jóvenes.

Doctrina

Toda su actuación apostólica y campañas propagandistas se inspiran fidelisimamente en el Magisterio oficial de la Iglesia. En relación a los grandes problemas morales de la época actual tan desorientada aborto, eutanasia, sexualidad, etc. siguen escrupulosamente las doctrinas y orientaciones de los últimos Papas: Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, cuyas grandes Encíclicas estudian con ahinco y propagan sin descanso en sus actuaciones apostólicas.

Política

Aunque su finalidad no es política sino apostólica, luchan denodadamente contra el comunismo, socialismo, progresismo, etc., etc., siempre de acuerdo con las orientaciones del Magisterio oficial de la Iglesia.

Persecuciones

Por todo ello, no es de extrañar que sufran grandes persecuciones de los enemigos de la Iglesia y hasta por extraña paradoja de algunos seudo-católicos, sobre todo del grupo excomulgado lefebrista. Es una clara señal de que andan por buen camino el cumplimiento en ellos de las palabras proféticas de Cristo: No es el siervo más que su señor. Si me persiguieron a Mi, también os perseguirán a vosotros (Jn. 15,20; cfr. Lc. 21,12; Mt. 5,11).

Lavado cerebral

No es otro el sentido profundo de la campaña que se va levantando aquí y allá contra nuestra querida TFP.

La inconsistencia radical de los argumentos ahora aventados contra ella revela el vacío doctrinal que el odio levanta actualmente contra Vds.

Así, según estoy informado con seguridad, la alegación preferida por los actuales enemigos de la TFP es de carácter psiquiátrico, es decir, está constituida por la vieja y gastada acusación de: lavado cerebral.

Ese tema, como sabemos, es mero producto de una maquinación periodística forjada en los ambientes de los mass media norteamericanos en la década de los 50. Y si ese tema aún subsiste es porque cierta parte de los mass media lo presenta engañosamente como una de las más recientes conquistas de la psiquiatría moderna.

En realidad, como todos sabemos, el lavado cerebral absolutamente no ha conquistado más que un exiguo espacio en los medios psiquiátricos internacionales. Inspirado en la doctrina de Freud, participa ipso facto de todos los errores y lagunas a las cuales el freudismo debe el melancólico ocaso en que se va sumergiendo en nuestros días.

Cumple añadir, además, la irreconciliable oposición de la doctrina freudiana, in genere, y de la teoría del lavado cerebral in especie, con la doctrina católica, para comprender cuan inhóspito le resulta el clima religioso, moral y cultural de los verdaderos medios católicos de nuestra patria.

Así, mi muy querido D. José Francisco, al mismo tiempo que llevo a su conocimiento y a través de Vd. a todos los miembros de la valerosa TFP-Covadonga mi enérgica protesta contra la presente campaña anti-TFP, pido ardientemente al Señor por su incolumidad y su victoria en esta nueva gran lid en la cual se procura destruir vanamente esta organización tan filialmente devota de la Santísima Virgen.

De todo esto doy fe y comprometo mi condición de Sacerdote de Cristo, obligado gravísimamente a decir siempre la verdad.

Fray Antonio Royo Marín, O.P.

Nota de éste sitio: Para profundizar el asunto, lea Respuesta de TFP-Covadonga a una carta de Mons. João Corso, Obispo diocesano de Campos (RJ-Brasil)

 

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