Juan Gonzalo Larrain Campbell

 

 

Plinio Corrêa de Oliveira:

 

Previsiones y Denuncias

en defensa de la Iglesia y de la civilización cristiana

CATOLICISMO Nº 478 – Octubre de 1990

La crisis del Golfo Pérsico fue prevista hace décadas

El peligro representado por el poderío musulmán dirigido contra Occidente —como se configura hoy la tentativa de coligar el mundo mahometano para una “guerra santa”— fue previsto hace medio siglo por Plinio Corrêa de Oliveira.

 

Saddam Hussein: neo-arabismo de ametralladora en puño

Según Nasser, “el petróleo será la espada del mundo”

   

La casi totalidad de los diarios y revistas se jacta de publicar las noticias más candentes de la actualidad; uno u otro trae alguna recapitulación del pasado; casi ninguno tiene la audacia de “noticiar” el futuro.

¿Qué quiere decir esto? “Noticiar” el futuro es la metáfora que aquí empleamos para indicar una previsión formulada con acierto. Cuando un pronóstico se realiza —sobre todo si es hecho con mucha anticipación— es como si se hubiera “noticiado” el futuro.

La capacidad de pronosticar con acierto de modo habitual, recurriendo a los buenos métodos de la lógica, del buen sentido, del conocimiento de las leyes de la psicología humana y de la Historia —frecuentemente con el auxilio de la gracia divina— es poco común.

 

El intelecto humano tiene ‘lumen’ suficiente para hacer conjeturas probables

               En este sentido, los acontecimientos que se desarrollan actualmente (1990) en el Oriente Medio nos dan ocasión para resaltar uno de los aspectos más admirables de la riquísima personalidad de Plinio Corrêa de Oliveira: su capacidad de pronosticar.

A este propósito, escribía él mismo en Catolicismo en enero de 1959:

“Entreguémonos una vez más, bajo la mirada de María, a esta tarea de medir, pesar y pronosticar. Pronosticar, sí. Pues si habitualmente Dios a nadie le revela el futuro, ni a mente alguna le dio el don de hacer por sí misma pronósticos infalibles, quiso, sin embargo, que el intelecto del hombre tuviese la luz suficiente para establecer conjeturas probables, que pueden servir de elemento precioso para la dirección de las actividades humanas”.

 

Previendo la crisis del Oriente Medio hace 46 años

               Desde la década del 40, ya en las páginas del Legionário, entonces órgano oficioso de la Arquidiócesis de São Paulo, él advertía sobre los problemas que advendrían del mundo musulmán: “El mundo musulmán posee recursos naturales indispensables para el abastecimiento de Europa. Él tendrá en sus manos los medios necesarios para perturbar o paralizar en cualquier momento el ritmo de toda la economía europea. Y, con esto, él tendrá también los medios para armarse hasta los dientes”[1].

La presente crisis en el Golfo Pérsico creada por Saddam Hussein es una impresionante confirmación de estos pronósticos.

 

Una “quimera” que se vuelve realidad

Pero esta advertencia no fue la única. En ese mismo año él ya había señalado el moloch que se erguía frente al Occidente cristiano:

“Se reunirá dentro de algún tiempo, en el Cairo, la famosa conferencia destinada a congregar en un todo político a los pueblos de idioma árabe y cultura musulmana. Por el momento el peligro de esta empresa parece una [simple] quimera.... Sin embargo un día vendrá en el que se notará el gravísimo error en que incurren las potencias occidentales, consintiendo en la formación de este moloch propiamente en las puertas de la Cristiandad”[2].

 

1946: el neo-arabismo amenazará al mundo con ametralladora en la mano

Este peligro fue nuevamente previsto por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira en 1946:

“No tardará mucho en que aparezcan también los problemas internacionales: el choque entre el neo-arabismo, con ametralladora en la mano contra el Occidente dividido, anarquizado, extenuado...”[3].

 

1947: no es aún una cuestión de hoy, mas “una grave cuestión de mañana”

Y así el problema fue creciendo y tomando actualidad:

“En el propio momento en que la URSS, con sus naciones satélites o esclavas, amenaza a Occidente, la aparición de este nuevo enemigo [los mahometanos] solamente puede ser indiferente a los políticos inmediatistas y de miradas cortas. Por todo esto, la cuestión mahometana, que, si no es aún enteramente una cuestión de hoy, ya es indiscutiblemente una grave cuestión de mañana, nos interesa y nos preocupa”[4].

El dinamismo de ese crecimiento encuentra su fundamento en el viejo sueño musulmán de un neo-arabismo unificado, del cual Nasser fue uno de los más destacados portavoces. Es el conocido escritor Jean Jacques Servan-Schreiber quien relata: “Un sueño grandioso lo habita [a Nasser], y él lo describió: ‘unir cuatrocientos millones de musulmanes’, he aquí un papel gigantesco que espera un actor calificado. Es a nosotros, y solamente a nosotros, que el pasado designa para representar este papel... ‘y el petróleo será la espada del mundo’ ”[5].

Recientemente notició un diario de São Paulo que Saddam Hussein, el dictador de Iraq, había afirmado que habrá una gran batalla y que “cabe ahora a todos los árabes y musulmanes del mundo la tarea de salvar a la humanidad”. Y agregó: “Los iraquíes eligieron la lucha y estarán en la línea del frente. Pedimos a todos los árabes que hagan lo que puedan para luchar contra el enemigo”[6].

* * *

Ante estos pronósticos —enunciados cuando los poderosos de Occidente y del resto del mundo aún podían hacer mucho para evitar los peligros aquí señalados—consideremos la tristísima situación actual: la negligencia, la ceguera y hasta la indiferencia a la que está entregado el mundo occidental y, en él, inclusive los católicos. Ya desde hace mucho tiempo la Iglesia y la otrora feliz Cristiandad vienen siendo corroídas por un misterioso proceso de autodemolición[7].

Siendo así, de un lado es imposible dejar de censurar a los ciegos que no quisieron ver los hechos cuando éstos fueron previstos, y no los quieren ver ahora cuando se realizan; y, de otro lado, es imposible no agradecer a Plinio Corrêa de Oliveira, su previdencia y probidad intelectual.

“Una cosa es tener vista, otra es tener visión”, afirmó el célebre escritor portugués Antero de Figueiredo. Ya es la hora de pedir a Nuestra Señora de Fátima que dé a la humanidad la inmensa gracia de no dejarse guiar más por líderes ciegos o de miradas cortas; que Ella nos obtenga de su Divino Hijo la abertura de alma y la generosidad necesarias para recorrer las vías de la verdad que fueren trazadas delante de nosotros, por mayores que puedan ser las renuncias exigidas por esta actitud.

 


[1] Legionário, 8-10-1944, 7 dias em Revista.

[2] Legionário, 16-1-1944, 7 dias em Revista.

[3] Legionário, 21-7-1946, 7 dias em Revista.

[4] Legionário, 19-10-1947, Filhos das Trevas e Filhos da Luz.

[5] Le défi mondial, Jean-Jacques Servan-Schreiber, Fayard, 1980, p. 168.

[6] O Estado de S. Paulo, 6-9-90.

[7] Sobre la ‘autodemolición’ de la Iglesia así se expresó Paulo VI: la Iglesia atraviesa hoy un momento de inquietud. Algunos practican la autocrítica, se diría inclusive hasta la autodemolición. Es como una perturbación interior, aguda y compleja,que nadie habría esperado después del Concilio (cfr. Insegnamenti di Paolo VI, Tipografía Políglota Vaticana, vol. VI, pag. 1188).


 

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