Boletín de las 15 TFP, edición especial: 1983 en reseña, Pleasantville, N.Y., pag. 28-30

 

En las últimas elecciones en el Perú

 

“La minoría marxista no adquirió derecho alguno para imponer medidas que contraríen los principios morales básicos de la civilización cristiana”

 

EL PERU sufrió, durante más de una década (1968-1980), la opresión de una dictadura so­cialista y pro-comunista, cuyas medi­das fueron tan injustas y desastrosas que provocaron la muda pero torren­cial impopularidad de sus personeros. En consecuencia, éstos debieron final­mente optar por abandonar el poder.

Los resultados electorales de 1980 fueron bien elocuentes en referencia a la opinión que prevalecía en todas las clases sociales sobre el régimen que entonces llegaba al ocaso. Y la elección de un presidente que de cier­ta forma representaba y simbolizaba la situación anterior al golpe, fue la expresión de cuán preferible era aquella para la mayoría de la nación, en comparación con una década de medidas socialistas y de confiscacio­nes sistemáticas, impuestas mediante la amenaza y la opresión.

Enigmáticamente, las elecciones municipales de noviembre p. p. insi­nuaron una rearticulación de la iz­quierda en el hecho de que alrededor de un 20% del electorado dio su pre­ferencia a los candidatos marxistas. Eso bastó para que los comentarios de la prensa, en general, favorecieran la impresión de que las elecciones ha­bían representado un significativo vuelco en las tendencias ideológicas de la opinión pública, de una posi­ción más bien anticomunista a otra más bien pro-comunista.

Ahora bien, esa impresión es sim­plista y errónea, pues pasa por alto las manipulaciones de que ha sido objeto la población peruana.

En esa circunstancia, transcurrido un tiempo prudencial, el Núcleo Pe­ruano Tradición, Familia, Propiedad (TFP) juzgó necesario decir en voz alta todo lo que la mayoría de los comentaristas omitió, evitando de ese modo que se produjeran consecuencias favorables para el avance co­munista. De ahí nació el manifiesto Reflexiones sobre la última contien­da electoral, publicado en tres de los principales diarios de Lima, "El Co­mercio", "Correo" y "Expreso", en los días 3, 4 y 12 de diciembre de 1983 respectivamente.

La repercusión de ese pronuncia­miento en la sociedad peruana fue muy expresivo, manifestado por nu­merosas llamadas telefónicas, visitas a la sede, cartas de apoyo y, sobre todo, de viva voz en las calles de Lima, donde los miembros del Nú­cleo Peruano Tradición, Familia, Propiedad repartieron 23 mil impre­sos del documento.

En efecto, los resultados de las elecciones, interpretados por la pren­sa de una manera favorable a la iz­quierda, inducían al desánimo a to­dos los buenos peruanos, y el mani­fiesto del joven Núcleo TFP repre­sentó una ráfaga de aire fresco que les levantó el ánimo.

En una reacción típica contra la guerra psicológica revolucionaria con que el movimiento izquierdista inter­nacional les quita a los buenos el deseo de resistir al comunismo, la TFP esclarece, argumenta y anima, haciendo ver que la situación no está perdida como la pintan. Hay que resistir, hay que luchar, la izquierda no avanzó como se afirma.

El documento señala que el pre­sente estado de pobreza del país es la consecuencia del colectivismo im­puesto por la dictadura pro-comu­nista. El Gobierno actual, "lejos de ser el restaurador del orden y de los principios violados por el régimen anterior y el reparador de las injus­ticias cometidas por él, se ha conver­tido en el continuador de la misma política y en el consolidador de sus resultados, procurando aun cubrirlos con un manto de discreción". "La Reforma Agraria socialista y con­fiscatoria ha sido mantenida en toda su vigencia, como también lo han sido las leyes que imponen a la em­presa privada limitaciones y condi­ciones características de un régimen de índole totalitaria". Esto "significó el descalabro de su producción agropecuaria", y que "el Perú — otrora exportador de tantos productos del agro y autosuficiente en tantos otros — necesite (hoy) importar alrededor del 70% de los alimentos que con­sume".

Sin embargo, este notorio fracaso "es presentado por no pocos órganos de prensa y por numerosos políticos como el desastre de un sistema anti­socialista; ¡y para subsanarlo sugie­ren... nuevos pasos en el sentido de la izquierda!"

* * *

El Núcleo TFP del Perú señala luego los graves factores de inauten­ticidad que afectaron la representa­tividad de las últimas elecciones:

1. El elevado abstencionismo (más de un tercio del electorado), al que se debe agregar los votos en blanco y los nulos, indica que una porción muy considerable del país no encontró candidatos ni partidos que la repre­sentaran en sus inquietudes, anhelos y esperanzas;

2. No hubo tiempo suficiente para el debate sobre la Reforma Agraria, pues el decreto que prohibía críti­cas a esa ley fue derogado apenas recientemente;

3. Mientras los partidos marxistas concurrieron unidos a las elecciones, las agrupaciones políticas que apoyan al Gobierno lo hicieron separada­mente, lo que produjo la dispersión de los sufragios anticomunistas;

4. Por más que se tenga simpatía por los analfabetos, nadie puede de­cir que su voto indique un sentido ideológico;

5. La espantosa impunidad de que gozan los guerrilleros y terroristas difícilmente podía concitar en torno a las autoridades la confianza de los peruanos empeñados en eliminar el peligro comunista.

"El silencio publicitario sobre todo lo anterior y la insistencia sobre el presunto vuelco de la opinión a favor del comunismo hacen pensar que nace en algunos círculos la esperan­za de imponer el despotismo del con­glomerado marxista, en realidad francamente minoritario, sobre los demás sectores que, en conjunto, constituyen la amplia mayoría".

"La minoría marxista —concluye el manifiesto de la TFP peruana— no adquirió derecho alguno para im­poner medidas que contraríen los principios morales básicos de la civilización cristiana".

"Que Nuestra Señora de la Mer­ced, patrona de la nación, por la in­tercesión de todos los santos que brillaron en nuestra historia, proteja al Perú de las insidias, de las amenazas, de las agresiones y engaños del comunismo" .

 

*     *    *

 

"Ustedes hablan al margen de la política menuda. Es alta política, con  mucha altura"

 

Un abogado. — "Esta es la primera alerta contra el comu­nismo. Una clarinada brillante. Este documento pasará a la historia. Es una nueva era de acción anticomunista".

Un señor entusiasmado llama por teléfono. — "Tengo mucho afán de trabajar en esta cruzada. Su manifiesto ha sidd un examen minucioso, ponderado e integral de las últimas elec­ciones. Ustedes hablan al margen de la política menuda. Es alta política, con mucha altura".

Una señora afligida. — "He leído el comunicado con gran emoción. Estoy muy agradecida, porque alguien tenía que preocuparse. Todos los días rezo el rosario y a todos los san­tos peruanos para que intercedan por nosotros. Estoy afligida de ver que en los medios publicitarios nos notician continuamente cómo nuestra patria está siendo apuñalada..."

Una señora llena de fe. — "Quiero felicitarlos. Lo encuen­tro maravilloso. Verdaderamente concuerda con las ideas de toda mi vida. Siempre he creído que llegará el momento en que la verdad y la justicia deban imperar. El comunicado de ustedes es lo único que me ha causado satisfacción en este último tiempo. Yo no sé de política, pero con una simple car­tilla de los Mandamientos, los partidos resolverían todo".

Periodista activo. — "Como periodista que soy he estado en discusiones con amigos que votaron por la IU (Izquierda Unida), otros son del APRA. ¡Esa gente está terriblemente equivocada! El comunicado de ustedes cae de perilla. Por favor, les pido 25 ejemplares: tengo mucha gente que con­tactar y quiero repartirlo. Esta noche voy a tener una reunión con diplomáticos, y quiero tener algunos en el bolsillo".

Gran interés en los medios periodísticos. — Nada menos que ocho periodistas buscaron a la TFP para entrevistas, in­cluso uno del "Diario de Marka", periódico comunista...

Un estudiante de la Universidad Mayor de San Marcos. —"El comunicado ha causado mucha sorpresa en la Universidad y ha sido objeto de muchos comentarios. Tenemos un grupo de estudiantes no izquierdistas y los llamo porque estamos in­teresados en conocerlos".

Un aristócrata. — "Cuando lo leí, llamé a mi hijo y le di­je: ¿Has visto esto? ¿Has visto esto? Yo siempre te dije que algún día tenía que aparecer algo así! Yo no estoy de acuerdo con ustedes 100%, sino 1000%".

Campesino decidido. — Después de leer el manifiesto viajó 150 kilómetros: "Quería conocerlos y felicitarlos personal­mente. En mi vida nunca he leído algo tan claro y verdadero".

Unos vendedores ambulantes. — Se declararon izquierdistas y aceptaron de mala gana el manifiesto. Pararon el trabajo y leyeron el comunicado. Luego se acercaron: "Oiga, esto de aquí está excelente. ¡Nunca vi algo más esclarecedor!" — Y muy alegres dijeron: "Vayan a los barrios pobres. Necesitan ser esclarecidos".

Un señora de clase media alta. — "Yo voté por la izquier­da. Ojalá ganen los comunistas. Ustedes serán los primeros a quienes les cortarán la cabeza".

A una "católica izquierdista" no le gustó. — "Soy católica de comunión diaria y no estoy de acuerdo con ustedes. Ustedes están llevando al error a mucha gente, llevándola a pensar que del lado de la derecha está toda la verdad. Yo, por supuesto, no soy comunista..."

Señora católica auténtica. — "Por fin alguien ha tenido la valentía de defender nuestra fe católica públicamente".

Dos señoras en visita a la sede. — "Buscamos un liderazgo ideológico. Nuestros líderes nos decepcionan".

Interés público. — Era común que personas se bajaran de los ómnibuses para conseguir un ejemplar o pedir más para repartírselos a amigos. Sobre todo, el estandarte grande era observado con gran curiosidad y admiración. Los conductores de vehículos hacían verdaderas maniobras para leer la inscrip­ción del estandarte.

Un señor maravillado. — "Los llamo para felicitarlos. Quiero preguntarles sobre el escudo: ¿En qué fue inspirado?" Ante la vacilación del joven, que no tenía una respuesta prepa­rada, el señor tomó la delantera: "Se me ocurrió una cosa: el león significa el espíritu de lucha de los cruzados contra los impíos.Recuerda a Ricardo Corazón de León y al escudo de Lima. Si le vuelven a preguntar por el león, responda eso".

Un señor enfático. — "Los felicito. No hay nada así en el mundo".

 

(Para profundizar: “TRADICION, FAMILIA, PROPIEDAD – Un ideal, un lema, una gesta”, 1990, Parte II, Perú, pag. 316-329)

 

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