El mecanismo de
la impiedad frente a la fidelidad
La ilustración es del famoso fresco
pintado por Giotto
(**), reproduciendo
un célebre episodio de la vida de
san Francisco de Asís. Él, en su
juventud, fue un hombre puro, pero
mundano. En determinado momento,
decidió cambiar de vida y ser
exclusivamente de Nuestro Señor.
Tocado por la gracia, comprendió que
le era pedido la práctica de una
pobreza mucho más radical de lo que
Dios había inspirado a otros santos.
Se apartó entonces de todos los
bienes que había recibido de su
padre. Este último, indignado, lo
condujo ante el obispo de Asís,
protestando contra la vida que el
hijo pretendía llevar. Declaró
entonces “que ya no lo recibiría
como hijo, si continuaba con ese
tipo de vida”. San Francisco, en
protesta contra este acto de tiranía
de su padre, se despojó de su propia
ropa y dijo: “Ahora, más que nunca,
puedo decir: ‘Padre mío que estás en
el cielo’, porque ya no soy hijo de
Pedro Bernardone”. Acto seguido,
devolvió la ropa a su progenitor.
* * *
En la escena de esta ruptura, se
puede ver a san Francisco de Asís
con una simple túnica; y —en un
extremo de realismo— al obispo
sosteniendo la vestimenta para que
el santo no quede completamente
desnudo; detrás del prelado, se ven
figuras del clero.
Del otro lado está Pedro Bernardone.
Muestra la opulencia del traje y el
estilo de un comerciante bien
establecido. Está en la cumbre de la
situación de los demás burgueses
presentes en el cuadro: todos muy
bien vestidos, acostumbrados a la
comodidad.
La pintura representa a los dos
contendientes, a los dos partidos.
Analicemos la reacción de cada uno
de ellos.
La Iglesia —tiempos felices!— tomaba
el partido de la virtud. El obispo
es solidario con el santo, la
actitud de los clérigos es recogida,
compungida, compenetrada, de quien
reza y acompaña devotamente una
acción noble y bella.
¿Y cuál es la posición del partido
comercial de la ciudad de Asís? Es
la actitud de los indiferentes. El
personaje que sostiene a Pedro
Bernardone se entera de lo que pasa,
pero no mueve los labios, no dice
una sola palabra. No protesta ni
aplaude.
Observen a los más cercanos a
Bernardone: uno, medio horrorizado,
hace un comentario; otro ostenta una
notoria indiferencia. Con mirada
vaga, otro se niega a tomar
conocimiento de esta “abominación”.
La Orden franciscana está en la
inminencia de ser fundada; y, la
campaña de silencio ya comenzó, el
indiferentismo tuvo inicio... Contra
el silencio, el grito de san
Francisco de Asís, mirando al cielo,
sin reparar en los hombres.
¡El fresco revela muy bien el
mecanismo de la impiedad frente a la
fidelidad!
NOTAS
(*) Excerpta
de conferencia proferida por el Prof.
Plinio
en 29 de junio de 1970. Sin revisión del autor.
(**) Este fresco, pintado por el
célebre artista italiano Giotto di
Bondone (1267-1337), se encuentra en
la Basílica de San Francisco, en
Asís.
Traducción y adaptación por "El
Perú necesita de Fátima - Tesoros de la Fe".
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