Plinio Corrêa de Oliveira

 

La Redención, eje de la Historia

 

“O Legionario” Nº 116 - 26-3-1933 [1]

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A D V E R T E N C I A

Si el profesor Corrêa de Oliveira estuviera entre nosotros sin duda pediría que fuera colocada una explícita mención a su filial disposición de rectificar cualquier eventual discrepancia en relación al Magisterio inmutable de la Iglesia. Es lo que hacemos constar, con sus propias palabras, como homenaje a tan escrupuloso estado de espíritu:

“Católico apostólico romano, el autor de este texto se somete con filial ardor a las enseñanzas tradicionales de la Santa Iglesia. No obstante, si por equivocación, algo en él hubiera en desacuerdo con dichas enseñanzas, desde ya y categóricamente lo rechaza”.

Las palabras “Revolución” y “Contra-Revolución”, son aquí empleadas en el sentido que se les da en el libro “Revolución y Contra-Revolución”, cuya primera edición apareció publicada en el número 100 de la revista “Catolicismo”, en abril de 1959.

Giovanni di Paolo, Adoración de los Reyes Magos (detalle)

Se acercan las entrañables fiestas del año en que nos disponemos a conmemorar el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, que trajo la Redención del género humano de las tinieblas del pecado y de la muerte.

Además de la incalculable gloria que tuvo para Dios con el sacrificio de su Hijo, se manifestaron de modo especial su infinita grandeza, generosidad y bondad. Es también interesante considerar el alcance maravilloso que la Redención tuvo para transformar al hombre y al mundo.

Sobre este asunto, encontramos algunas certeras reflexiones en un artículo escrito por Plinio Corrêa de Oliveira.

La transformación del hombre y de las instituciones

San Luis, Rey de Francia, fue una de las joyas conquistada por la preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo - Jean de Joinville ofrece su libro a Luis, rey de Navarra, futuro Luis X de Francia

La Encarnación de Nuestro Señor y su Nacimiento son acontecimientos de los cuales derivarían los más notables hechos de la Historia del mundo.

La Redención de la humanidad, que es el hecho central de toda nuestra Historia, determinó la caída del paganismo, el aparecimiento y el triunfo de la Iglesia Católica, la implantación de una civilización basada en concepciones completamente nuevas de la familia, del Estado, del individuo y de la Religión, que fueron los hechos iniciales y la causa del gran progreso que hoy admiramos.

La caballería, con sus nociones de honra, lealtad y protección al débil

La familia pagana, transformada y sobrenaturalizada por el contacto con los Sacramentos de la Iglesia, se transformó en foco admirable de perfección espiritual, y en escuela austera de disciplina de los instintos inferiores.

El Estado pagano, transformado en su base por el Catolicismo, dejó de ser privilegio de plutócratas o demagogos, para ser antes que nada un admirable medio de distribución equitativa de la justicia y protección a todos los individuos.

El individuo, que en el paganismo era presa de sus pasiones, vio abrirse delante de sí el admirable ideal de perfección espiritual predicado por el Hombre-Dios; y el hombre medieval, descendiente de los sibaritas de la Antigüedad, se transformó en el cruzado, en el asceta o en el filósofo cristiano.

La Religión, en fin, consiguió traer al mundo, con sus Sacramentos, con la gracia de que es vehículo, y con el admirable apostolado jerárquico de la Iglesia, una continuidad de acción santificadora que ha sido la columna de la civilización, y que es aún hoy el único obstáculo contra la acción invasora del comunismo, como lo fue contra las invasiones bárbaras o musulmanas.

“Todos estos acontecimientos gloriosos tuvieron su origen en la Redención”.

 


NOTAS

[1] Excertas del artículo “Ideal Mariano” en “O Legionario”, São Paulo, Nº 116, 26-3-1933. Adaptación y traducción al español por "Acción Familia".  

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