Nuestra Señora de la Merced Patrona del Ecuador

No conozco un título de la Santísima Virgen más conmovedora. Es Nuestra Señora de las Gracias, la Virgen de los favores, regalos inesperados, misericordias repentinas. Podemos encontrarnos con situaciones complicadas; pero de vez en cuando, goteando en medio de la aflicción, llega una merced. O a veces, al final de una aflicción viene una gran merced. Y al final de nuestras vidas, cuando cerremos los ojos, vendrá la merced más grande de todas: Nuestra Señora nos mostrará a Nuestro Señor Jesucristo, Su Hijo.

Nuestra Señora de las Mercedes: Armonía de la acción con la vida contemplativa

“Fué nombrada Orden Real, Militar y Religiosa de Nuestra Señora de las Mercedes para el rescate de los cautivos. Sus clérigos se dedicaban más especialmente al oficio del coro en los conventos; los caballeros vigilaban las costas y se empeñaban en la misión peligrosa del rescate de los prisioneros cristianos“. Ustedes están viendo qué bonito equilibrio de cosas: el clérigo es hecho sobre todo para rezar por los caballeros.[…] Y los caballeros luchaban, aprovechando así las oraciones y los méritos acumulados por los clérigos para ellos. Esa es una idea que siempre me fue muy simpática: una verdadera Orden religiosa que tuviese un ramo puramente contemplativo para rezar y expiar por aquellos que se consagran a la acción.

La espada: símbolo de heroísmo y de pompa

La espada quedó asociada a una serie de aspectos poéticos y heroicos, símbolo de la caballería y de la dignidad humana, que no se disocian de ella. Por eso, en la espada se juntan no sólo la belleza de la forma, sino también la excelente calidad del material utilizado en su confección. Y cuando su detentor posee una fe ardiente y un espíritu sacral, no duda en colocar una reliquia del santo de su mayor devoción en su empuñadura.

Dolores y alegrías se entrelazaron continuamente en la vida de la Madre de Dios

Nuestro Señor tuvo en vista nuestra época y la Santísima Virgen también. Tuvo en vista todas las traiciones de nuestros tiempos, todos los abandonos, todo cuanto las almas sacerdotales le hicieron sufrir. Si el pecado de cualquier hombre hizo sufrir tanto a Nuestro Señor, ¿cuánto lo haría sufrir el pecado de los propios miembros de la Santa Iglesia?

Los Siete Dolores de Nuestra Señora

“Santo del Día”, 15 de septiembre de 1966 (excerpta) No se puede imaginar lo que sea el dolor de una madre por la muerte cruel de un hijo. ¿Cómo habrá sido el dolor de la Santísima Virgen al ver crucificado al Hijo de Dios?   Ella, por la voz pela liturgia, nos invita a considerar […]

La Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, cimiento de nuestra Fe

Agência Boa Imprensa – ABIM, marzo de 1994 [1] Ave Crux Spes Unica   El Evangelio nos descubre con la mayor evidencia cuánto se compadece la misericordia de nuestro Divino Salvador con nuestros dolores de alma y del cuerpo. Basta considerar los asombrosos milagros de su omnipotencia practicados tantas veces para mitigarlos. Sin embargo, no imaginemos […]

CONSIDERACIONES SOBRE EL NACIMIENTO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Hay aquí el nacimiento, en un sentido especial de la palabra, de las irrupciones de la Santísima Virgen en el alma del fiel. Y que en la noche de las mayores dificultades, de las mayores tinieblas, de repente la Virgen aparece y empieza a eliminar las dificultades con que se enfrenta.

San Luis IX, rey, confesor de la fe, cruzado y modelo de jefe de Estado católico

Hay dos maneras diferentes por las que las personas representan a los santos. Una es como realmente fue, la otra es una distorsión de su persona de un modo débil y afeminado, como un abuelo viejo y débil, cuya fisonomía parece pedir perdón por ser Santo y lamentar no ser un simple sacerdote. Hay un abismo entre esta representación adulterada y el verdadero aspecto de los santos.