Vietnamizar Iberoamérica: meta comunista que puede tornarse viable en situaciones críticas
Memento Malvinas, Essequibo…
Hipótesis, hipótesis…
¿Intentaba Moscú vietnamizar Sudamérica?
… ¿sólo por Esequibo?
¿No está pues Moscú detrás de todo esto, agravando, agriando, infectando rencillas entre pueblos hermanos?
INMACULADA CONCEPCIÓN
Con la Inmaculada Concepción nuestras almas sienten alegría, al recordar que hubo alguien así en la tierra.
El sentido de lo maravilloso en la infancia espiritual
ADVERTENCIA El presente texto es una adaptación de la transcripción de la grabación de una conferencia dada por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira a los miembros y cooperadores de la TFP, manteniendo, por lo tanto, el estilo verbal, y no ha sido revisado por el autor. Si el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira estuviera […]
Kissinger, el hombre símbolo del espíritu derrotista que condujo a la entrega de Vietnam
Kissinger, el hombre símbolo del espíritu derrotista que condujo a la entrega de Vietnam
Adviento: recogimiento, discreta compunción y esperanza
El Adviento constituye para la Cristiandad un tiempo dedicado al recogimiento, a una discreta compunción y a la esperanza que el nacimiento del Mesías traerá.
Meditación sobre el Reino de Cristo según San Ignacio de Loyola
Cristo nos convoca, encuanto Iglesia Militante, para luchar por la virtud, por la gloria de Dios, por la civilización cristiana.
Comentarios sobre las reflexiones de San Francisco de Sales para la fiesta de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo
Se puede imaginar algo más: Nuestra Señora cantando [al ir al Templo] y los Ángeles escuchando… ¿Por qué? Porque oían las armonías conmovedoras con las que cantaba. Y quedaban extasiados por ellas. Y así como el Cielo se compara con una ciudad -la Jerusalén Celestial-, San Francisco de Sales decía que desde las “terrazas” de la Jerusalén Celestial, los Ángeles miraban hacia abajo para ver a la Virgen cantando por los caminos de Judea.
Santa Isabel de Hungría: calma, resignación y constancia en las peores desgracias
Debemos ver en esta santa la constancia en las peores desgracias. Soportándola cuando sucede o previendo la desgracia y ofreciendo el sacrificio que tendrá como Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos: “Padre mío, si es posible, apártese de mí este cáliz. Y si no, que se haga Vuestra voluntad y no la mía”.