Urdiduras mundiales

 

contra las TFPs

 

 

 

 

 

 

Covadonga Informa, Madrid, Número extraordinario – Diciembre 1984

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Los cíclicos estruendos publicitarios contra las TFPs, en los países donde actúan, van aumen­tando en intensidad e importancia conforme crece la influencia y la eficacia de las mismas.

Tuvimos ocasión de dar a conocer anteriores maniobras publicitarias promovidas por la izquierda contra la TFP en el libro "Medio Siglo de Epopeya Anticomunista'', en que es narrada la historia de la mayor familia de asociaciones anticomunistas de inspiración católica del mundo (cfr. "Medio Siglo de Epopeya anticomunista", Editorial “Fernando III El Santo”, pgs. 345 y sigs.).

No habíamos presenciado, sin embargo, un “estruendo publicitario” tan infame, tan cruel y con consecuencias tan graves, como el ocurrido en las últimas semanas en Venezuela, contra la "Asociación Civil Resistencia", entidad hermanada, si bien que autónoma, con las 14 TFPs.

En efecto, han confluido en el "estruendo venezolano" las calumnias más inimaginables, las más altas personalidades de aquella República hispanoamericana, así como todas las fuerzas socialo-comunistas de aquel país. Se unieron todos los enemigos de la TFP para silenciar la voz de “Resistencia” que alertaba a la opinión pública venezolana contra la guerra psicológica revolucionaria desatada por Moscú.

Ofrecemos a continuación una serie de comunicados de nuestro "Servicio de Prensa", redac­tados con motivo de los referidos acontecimientos que concluyeron, a nivel nacional, con la despótica suspensión, por parte del Gobierno socialista venezolano, de las actividades de la "Asociación Civil Resistencia".

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PERSECUCION IDEOLOGICO-RELIGIOSA EN VENEZUELA

Nube negra baja sobre la nación hispanoamericana

La Dirección Nacional de Acción Democrática (AD) —partido guberna­mental afiliado a la Internacional Socia­lista— deliberó el día 12 de este mes, por unanimidad, pedir al Presidente de la República de Venezuela que cancele el funcionamiento de la "Asociación Civil Resistencia". Esta última es una entidad conocida en toda la nación, pues desde hace varios años viene prestando, dentro del orden y de la ley, los más insignes servicios para la preservación de aquel país contra el socialismo y el comunismo, por medio del estímulo a los valores de la Tradición, Familia y Propiedad.

Con esta actitud, AD intenta arrancar el caso de la decisión del Poder Judicial y poner un punto final arbitrariamente a una larga persecución ideológico-religiosa, cuyos numerosos lances se describirán sumariamente más adelante.

Está, así, a punto de descender una negra nube de tiranía y de persecución sobre la nación hispanoamericana, cuyas libertades comienzan a ser pisoteadas por motivos ineludiblemente ideológicos.

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En efecto, a partir del pasado día 6 de octubre, una torrencial campaña publici­taria se comenzó a desarrollar simultá­neamente contra "Resistencia", en las columnas de todos los periódicos cara­queños. Distorsiones, difamaciones, calum­nias, que intentaban envolver con "'Resis­tencia" el conjunto de las organizacio­nes TFP, comenzaron a ser puestas en circulación por la Prensa y la TV. Y con los mismos modos sofisticados de cierta propaganda difamatoria moderna: impu­taciones gritantes y todas ellas carentes de pruebas, repetidas en medio de un ruído incesante, hipervalorización de hechos insignificantes, etc, etc. Si es necesario, de todo esto será informada más pormenorizadamente y en tiempo oportuno, la nación española.

De esta orquestación publicitaria ensordecedora se retiró desde el comienzo el mayor y más conceptuado diario venezuelano, "El Universal", el cual viene man­teniendo una actitud ejemplar e impar­cial en el asunto.

¿Cuál es el origen de esta acción publicitaria en cuya delantera figuraron fogosamente, desde el comienzo, los órganos de información de las principales corrientes socialistas, y el Boletín Oficial del PC de aquella nación?

La pregunta que un número cada vez mayor de venezolanos se ponía comenzó a encontrar respuesta cuando, el día 15 de octubre, los diputados José Antonio Martínez, del Movimiento Electoral del Pueblo (socialista) y Enrique Ochoa Antich, del Movimiento para el Socialismo, pidieron que la Comisión de Polícia Interior de la Cámara de los Diputados investigase la realidad de las versiones puestas en circulación contra “Resistencia” por la Prensa y por la TV.

Segura de su completa inocencia, la entidad en causa declaró a la prensa, tras haber sido aprobada la investiga­ción por la Comisión de la Cámara, que colaboraría con agrado con ésta para la averiguación de la verdad.

Sin embargo, ya desde la primera —y hasta el momento única— reunión de la referida Comisión quedó claro que "Resistencia" estaba ante un órgano dispuesto no a investigar sino a perseguir.

En efecto, el diputado socialista David Moralles Bello, presidente de la Comi­sión, abrió los trabajos con la lectura de un violento libelo de acusación contra "Resistencia". Los demás componentes de la Mesa de la Comisión eran absolu­tamente solidarios con la actitud del Sr. Moralles Bello. Y cuando el Sr. José Rodríguez Iturbe, diputado demócrata-cristiano, se levantó para pedir que fuese examinado ante todo si había pruebas de los hechos alegados contra "Resistencia" y cuáles de ellos eran ilegales, esta propuesta proba y de elemental buen sentido fue acogida agresivamente por la Mesa, de lo que se originó, incluso, un incidente.

Justamente recelosa de los resultados a que pudiese llegar una Comisión de Inquérito de esta índole, "Resistencia" se valió de un recurso que el Proceso Penal del país le faculta. Esto es, "Resistencia" requirió al Poder Judicial para que abriere una investigación completa sobre sus actividades. Así, un poder apolítico e imparcial por defini­ción juzgaría las pruebas —aún no men­cionadas por nadie— de la pretendida ilegalidad de las acciones de "Resistencia". Más límpida, más honesta, más pacífica la acción de la entidad no podría ser.

Por el contrario, más agresiva y más arbitraria no podría ser la actitud del socialismo reinante en Venezuela. Es el momento de decir una palabra sobre esto.

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Las elecciones de diciembre del 1983 dieron la mayoría a Acción Democrática (AD), partido afiliado a la Internacional Socialista. Por cierto, esta última tiene una activa sede en Caracas.

Como consecuencia del voto mayori­tario socialista, la representación par­lamentaria de AD —aumentada por pequeños grupos parlamentarios de otras corrientes socialistas, y de repre­sentantes del PC— alcanzó la mayoría en el Parlamento. Fue elegido, también, el candidato de AD a la Presidencia de la República, Sr. Jaime Lusinchi. También pertenece a AD su gabinete. La izquierda socialista domina el país. No extraña, por lo tanto, que incluso antes de ser constituida la Comisión de Inves­tigación parlamentaria, los ministros de Interior y de Justicia ya hubiesen hecho declaraciones (por cierto espantosamen­te inconsistentes desde el punto de vista legal) contra "Resistencia".

Tampoco extraña que, con anteriori­dad a la investigación parlamentaria, hubiese sido abierta, por iniciativa del Ministerio Fiscal, una acción penal con­tra "Resistencia" por acusaciones inve­rosímiles, como secuestro, lavado de cerebro, uso de drogas, etc., etc. Esta acción, acompañada de largos interrogatorios de estilo nazi-comunista, que constituían clara tortura moral, evidentemente no dió ningún resultado.

El día 12 de los corrientes, la "Fisca­lía", o sea, el Ministerio Fiscal, inició, por lo tanto, otra acción análoga.

Como acaba de ser dicho, había dos acciones judiciales en curso —una por iniciativa de "Resistencia" y otra del Ministerio Fiscal— cuando en 1a maña­na del día 13, los diarios caraqueños dieron una noticia espantosa. Con el fin evidente de arrancar la materia al Poder Judicial, la Dirección Nacional de Acción Democrática, mayoritaria y socialista, reunida el 12 de los corrientes, deliberó por unanimidad de votos pedir al Sr. Presidente de la República que decretara la "proscripción" de "Resistencia". Medida que acarrearía el cierre de sus sedes, el secuestro de todos los bienes que allí se encontrasen, y la dispersión de la entidad.

No consta —y esto es digno de nota— que la petición proveniente de los ambientes políticos socialistas haya sido apoyada por una sola entidad política con expresión en la sociedad venezo­lana. A excepción de tres sacerdotes "aggiornati" y de un grupo cerrado de cinco o seis matrimonios con hijos mayores de edad inscritos en “Resisten­cia”. Este grupo, una minoría del 10% del total de los padres con hijos en la entidad, actuó desde el comienzo con exacta sincronía con los líderes socialis­tas. Esas personas, ideológicamente opuestas a "Resistencia", hacían a ésta críticas sin consistencia jurídica ni cien­tífica, del bien conocido género "lavado de cerebro", "secta", etc.

Según las radios y TVs anunciaban con insistencia en la capital venezolana, en cualquier momento el Jefe de Estado podría tomar esa medida. Y al margen del Poder Judicial. Lo que de hecho ocurrió, no con su firma, sino con las de los ministros de Interior y de Justi­cia.

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Considerada en su conjunto esta dra­mática sucesión de hechos, cumple ha­cer notar un aspecto, tanto del "es­truendo", como de los debates de la Co­misión de Investigación. Es el realce impar dado por los adversarios de "Resistencia" a las acusaciones de carácter religioso, levantadas contra la entidad. Ante todo, esta imputación es típicamente novelesca: que miembros de la más alta aristocracia europea, entre los cuales se encontrarían el Príncipe alemán de Turn und Taxis, el Archiduque Otto de Habsburgo y los Príncipes de la Casa de Braganza (rama portuguesa y brasileña) habían maquinado los intentos de asesinato de Juan Pablo II, en la Plaza de San Pedro y en Fátima. "Resistencia", que era mencionada como "Ionga manus" de esas personali­dades, ¡estaría tramando un atentado sacrílego contra Juan Pablo en su próxima visita a Venezuela!

Además, "Resistencia" fue interro­gada fuertemente sobre su posición frente al Concilio Vaticano II, las refor­mas litúrgicas por él establecidas, el movimiento de renovación de la Iglesia post-Conciliar, etc., etc. Era evidente el propósito de perseguir, con todo eso, elementos tradicionales de la Iglesia, dando entretanto libre curso a los elementos progresistas. Ahora bien, en un Estado separado de la Iglesia, como lo es el de Venezuela, tales preguntas salen evidentemente de los límites del cuadro legal y confieren a toda esta persecución contra "Resistencia" el carácter de una persecución que, además de nítidamente ideológica (socialismo x antisocialimo), es también religiosa.

En el momento en que es redactada esta nota, lo que se sabe por la prensa es que et acto del Ejecutivo tuvo un pre­ludio. El día 13 la dirección de AD fue en bloque al Jefe de Estado, para pedirle que consume la tenebrosa acción persecutoria, silenciando el Poder Judicial y asumiendo él la inmolación arbitraria de "Resistencia".

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Delante de este hecho, TFP-Covadonga no tiene otro remedio sino denunciar que la tiranía socialista va descendiendo sobre Venezuela como una densa y obs­cura nube. Un acto persecutorio atrae siempre otros: "Un abismo clama por otro abismo", dicen las Escrituras (Ps. 41,8).

A manera del malogrado y querido amigo suyo Salvador Allende, se teme que el Sr. Jaime Lusinchi acceda a ins­tancias del partido que lo eligió, y que sea llevado por el curso de los hechos a hacer cesar otras y después otras oposi­ciones más.

La experiencia socialista muestra que, en América del Sur, ella es inseparable de un clima de sospechas, de intoleran­cia y de persecución.

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Protestando ante Dios y ante Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de las tres Américas, contra esa persecución ideológico-religiosa de la que está siendo objeto "Resistencia", la TFP española alerta para tal a la conciencia de cuantos acostumbran a erguirse indignados, siempre que consideran que haya sido violado un derecho humano en personas de izquierda. Hombres los hay tanto en la izquierda como en el centro, o en la derecha. Es de esperar que la tutela de los derechos humanos no les sea menos apreciada cuando los perseguidos son de derecha, como los beneméritos jóvenes de “Resisten­cia”.

Madrid, 16 de Noviembre de 1984


Nota de éste sitio: Para profundizar el asunto, consulte el libro ”TRADICION, FAMILIA, PROPIEDAD - Un ideal, un lema, una gesta”, Parte II, Venezuela


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