Publicada en Roma

la primera biografía de

Plinio Corrêa de Oliveira
El cruzado del siglo XX

 

 

 

 

 

TFP Informa, Quito, Año XXII – N° 94 – Enero-Febrero 1997, Pág. 8-11

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Un año después del fallecimiento del profesor Plinio Corrêa de Oliveira, ha sido lanzada en Italia su primera biografía. El libro, del que es autor Roberto de Mattei, profesor de la Universidad Cassino, y conocido intelectual católico, fue publicado por Piemme, una de las más prestigiosas editoriales italianas. La obra, de 380 páginas, está precedida por un elogioso prefacio de Su Eminencia el Cardenal Alfons Maria Stickler, S.d.B., ex Bibliotecario y Archivista de la Santa Romana Iglesia.

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El amor a la verdad es lo que le ha llevado a Roberto de Mattei, profesor de Historia Moderna en la Universidad de Cassino, y autor de numerosas publicaciones, a escribir la primera biografía que aparece del profesor Plinio Corrêa de Oliveira. Así nos lo cuenta:

- "Considero, de hecho, a Plinio Corrêa de Oliveira la personalidad más grande del siglo XX. Sin embargo, su figura y su obra no son aún suficientemente conocidas y, por otra parte, circulan verdaderas oleadas de falsedades y de calumnias sobre ellas. Pensé que para restablecer la verdad, sería importante ofrecer al público europeo una visión de conjunto de su vida y de la obra por él realizada. Hablé de esto personalmente con él, a finales de julio de 1995, aceptando la idea, y estimulándome a llevarla a cabo. Comencé a trabajar en ello en agosto de 1995, sin imaginar que pocas semanas después fallecería. Tras su muerte, consideré este libro más urgente y necesario que nunca. Espero que esta obra represente no sólo un acto de homenaje a la memoria de Plinio Corrêa de Oliveira, sino también una bandera alzada en defensa de la civilización cristiana en torno a su nombre y su figura."

 

Prefacio del Cardenal Alfons M. Stickler, S.d.B.

En los períodos de crisis y de confusión que a menudo conoce la Historia, las biografías de los hombres significativos a veces pueden indicar mejor el camino recto a seguir que los abstractos volúmenes de moral o de filosofía.

Los principios, en verdad, deben ser vividos correctamente, y cuanto más los tiempos tempestuosos son hostiles a la encarnación histórica de los valores, tanto más resulta necesario conocer la vida de quien ha puesto estos valores en el centro de la propia existencia.

Esto ocurrió en nuestro siglo, con Plinio Corrêa de Oliveira, el gran pensador y hombre de acción brasileño de quien el profesor Roberto de Mattei ha compuesto la primera biografía en Europa al año de su fallecimiento, ocurrido en São Paulo, Brasil, el 3 de octubre de 1995.

Con la coherencia de su vida de auténtico católico, Plinio Corrêa de Oliveira nos ofrece una confirmación de la fecundidad de la Iglesia. Las dificultades de los tiempos son, de hecho, para los verdaderos católicos, ocasiones de medirse en la Historia para afirmar en ella la perennidad de los principios cristianos. Fue lo que hizo el eminente profesor brasileño, manteniendo alta, en la era de los totalitarismos de todo color y expresión su fidelidad inamovible al Magisterio y a las instituciones de la Iglesia. Junto a la fidelidad al Papado, un rasgo característico de su espiritualidad que me complace recordar, se manifestó en la devoción a María Auxiliadora, la Señora del Rosario y de la victoria de Lepanto, que veneró en la iglesia salesiana del Sagrado Corazón de Jesús de São Paulo.

Recuerdo todavía con satisfacción haber estado entre los presentadores en Italia de la obra magistral de Plinio Corrêa de Oliveira, «Nobleza y elites tradicionales análogas en las alocuciones de Pío XII», que constituye, en mi opinión, junto con «Revolución y Contra-Revolución», una de las producciones más altas del ingenio del pensador brasileño.

Por todo ello, felicito al autor de esta obra, el profesor Roberto de Mattei - al que me unen sentimientos de amistad y consonancia de ideales - por la maestría con que ha conseguido restituirnos la figura y la obra de Plinio Corrêa de Oliveira, de quien él mismo aparece como digno discípulo en Europa.

Todos los fundadores y las personalidades de relieve en la Historia de la Iglesia han padecido incomprensiones y calumnias. No sorprende, pues, que también Plinio Corrêa de Oliveira haya sido objeto, y pueda continuar siéndolo en el futuro, de campañas de denigración alimentadas por quienes se oponen a su ideal de recristianización de la sociedad. Tales campañas de difamación han golpeado también, en nuestro siglo, a tantas otras asociaciones católicas que se han querido denominar como «sectas». Es interesante notar que estas campañas se hacen tanto más agresivas cuanto mayor es la fidelidad católica de las asociaciones alcanzadas. Esto demuestra que el verdadero blanco de las acusaciones es la Iglesia, a quien se quiere negar el papel de «maestra de verdad» recientemente reafirmado por el Santo Padre Juan Pablo II en la Encíclica Veritatis Splendor. Desagrada que a estas campañas de denigración promovidas por los enemigos de la Iglesia se presten a veces católicos que se pretenden ortodoxos.

Deseo que esta biografía de Plinio Corrêa de Oliveira pueda disipar críticas e incomprensiones y constituir un punto de referencia ideal para todos aquellos que, con generosidad, quieren dedicar las propias energías al servicio de la Iglesia y de la civilización cristiana.

Esta obra de servicio a la Iglesia exige no sólo rectitud doctrinal, sino también vida interior y un especial espíritu de penitencia y de sacrificio, proporcionado a la gravedad de la hora presente.

Plinio Corrêa de Oliveira nos ofrece, con su vida y con su obra, un claro ejemplo de ello.

Aseguro mis oraciones y mi bendición para todos aquellos que se hagan imitadores y propagadores de este espíritu y de esta visión del mundo auténticamente católica.

Alfons Maria card. Stickler

Roma, 2 de julio de 1996.

Fiesta de la Visitación


Nota biográfica: El cardenal Alfons Maria Slickler, salesiano, nació en Neuenkirchen (Austria) en 1910. Su particular vocación para el estudio de las ciencias jurídicas le llevó a la enseñanza en el Pontificio Ateneo Salesiano, del cual fue primero Decano de la Facultad de Derecho Canónico y, seguidamente, Rector desde 1958 a 1966. Poniendo al servicio de la Santa Sede sus relevantes dotes académicas, después de haber dirigido el Pontificio Instituto de Altas Ciencias Latinas, fue nombrado Prefecto de la Biblioteca Vaticana. En 1983 Juan Pablo II lo elevó a la dignidad episcopal y tras ello, al crearlo Cardenal con el título diaconal de San Giorgio in Velabro, lo hizo Bibliotecario y Archivista de la Santa Romana Iglesia. Es autor de importantes estudios teológicos y canónicos traducidos a numerosas lenguas.


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